Comunidad de Madrid
Lombardía, el R-5 y los huesos de aceituna
Los portavoces de los grupos parlamentarios se enzarzan en una guerra dialéctica.
Los portavoces de los grupos parlamentarios se enzarzan en una guerra dialéctica.
Nunca antes como ayer la situación de la región italiana de Lombardía suscitó tantos comentarios en un Debate sobre el Estado de la Región al sacarla a relucir el portavoz de Ciudadanos, Ignacio Aguado, como modelo de ciudad por su crecimiento y baja cuota de desempleo. Y no solo salió a relucir Lombardía, también Baviera o el funcionamiento del metro de Londres, que creó discrepancias y generó debate al margen de la política educativa, fiscal o sanitaria, que centraron el grueso del debate.
Pero la comparativa con la región del norte de Italia y el encendido elogio que hizo Aguado de ella no dejaron indiferente a Ángel Garrido. Le molestó. «Regálenle unas vacaciones –invitó a los diputados de la formación naranja a hacer con su portavoz Ignacio Aguado– ¿Por qué se cree que el 76 por ciento de la inversión extranjera viene a Madrid y no a Lombardía?», dijo con ironía. De paso le invitó a reparar en la situación que tienen tres de los cuatro municipios en los que la formación naranja gobierna en la Comunidad de Madrid... «Pero cuando se está mirando a Lombardía...». Hasta la portavoz de Podemos, Lorena Ruiz Huerta, cuestionó el sistema de gobierno de esta región del norte de Italia, aunque, si hay algo que, objetivamente tiene en común con Madrid es que ambas figuran entre los lugares del mundo donde la esperanza de vida es más alta. Eso sí, en esto Madrid ocupa el primer puesto, tal y como se pudo reveló ayer Eurostat.
El mítico Renault 5, conocido popularmente como el R-5 ya desde los años setenta, «rodó» en la asamblea madrileña al comparar el portavoz de Ciudadanos la trayectoria popular con este clásico del motor. «Nos quisieron convencer de que con el R-5 vamos bien, pero después de 23 años circulando con el mismo chasis y la misma carrocería ya han llegado a la meta», dijo. Garrido no pudo evitar replicarle casi con tono castizo: «Es lo que tienen los buenos coches, que duran para siempre mientras que el Simca 1000 en que van ustedes les va a durar hasta las elecciones».
En la guerra dialéctica en las que se enzarzaron lo que más molestó a Garrido es que la portavoz de Podemos arremetiera contra Pablo Casado, «campeón en escupir huesos de aceituna». «No vaya por ahí...», le replicó a la vez que reprochó al portavoz socialista, Ángel Gabilondo, su poco sentido del humor. Tampoco le cayó bien el comentario a éste. «Una cosa es sentido del humor y otra es ir de gracioso, no está a la altura de la situación, se embosca en esas gracias para no abordar directamente los asuntos y eso no le ayuda a Vd. ni a quien le ríe las gracias», sentenció serio.
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