Los madrileños fallecidos en campos nazis no tendrán su homenaje

Fue precursora en el recuerdo al Holocausto en España, pero no lo será a la hora de homenajear a las víctimas de la Comunidad de Madrid que durante el genocidio de la Segunda Guerra Mundial fueron deportadas a diferentes campos de concentración. O al menos, no de forma individualizada: «Siempre se les recuerda, pero de manera global», aseguran a este periódico desde la portavocía de la Asamblea de Madrid. Y es que, aunque el parlamento autonómico fue el primero del país en celebrar el Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto, ahora ha respondido negativamente a la petición que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) les hacía llegar en forma de misiva el pasado día 19 de diciembre: «Queremos proponerle a la Asamblea madrileña que en el acto de conmemoración en torno al próximo 27 de enero se lean los nombres de todas y cada una de las personas madrileñas que fueron obligadas a subir en los trenes de la muerte», dice la carta firmada por el presidente de la organización, Emilio Silva.

Defendiendo que el acto en cuestión «tiene por objeto homenajear y recordar a todas las víctimas del horror nazi, independientemente de su origen o nacionalidad», desde el Gabinete de la Presidencia de la Asamblea de Madrid se ha declinado la propuesta alegando la falta de tiempo material para llevarla a cabo. «Nos parece injusto e incomprensible», replica Emilio Silva aún atónito ante la oposición de la presidenta Paloma Adrados a recordar a los 500 madrileños que se vieron envueltos en primera persona en este trágico capítulo de la Historia Contemporánea europea y entre los cuales se encuentran unas 270 víctimas mortales. El presidente de la ARMH insiste en que la lectura de sus nombres nunca representaría un acto discriminatorio, sino de consideración especial a estas víctimas «por la proximidad», que llama siempre a la empatía.

Diez días después de que la ARMH recibiera su respuesta, fuentes de la Asamblea de Madrid añaden ahora que «el acto lo organiza la Comunidad Judía de Madrid y es a ellos a quienes tenían que haberse dirigido desde un principio», institución que hace un año ya reclamó un monumento a los republicanos que fueron llevados a campos de concentración.