Los tablaos taconean contra el IVA

PSOE, Podemos y PP se unen para evitar que la hostelería en estos locales, en los que se representa un espectáculo protegido como Bien Inmaterial de la Humanidad, pague el 21%

En 2010 la Unesco declaró el flamenco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, un reconocimiento que supuso un impulso tanto para los artistas de esta disciplina como para las regiones que son seña de identidad de este arte. Pero, a la vez, es una obligación potenciarlo y promoverlo, especialmente cuando está siendo agravado por la normativa nacional y europea, que obliga a los tablaos flamencos a cobrar el 21% del IVA a sus actividades de hostelería, lo que supone que un simple café en lugares tan míticos como El Corral de la Morería vale mucho más caro que en el bar de la esquina. Por eso el PSOE ha logrado que Podemos y PP respalden una iniciativa en la Asamblea de Madrid para acabar con esa contradicción que amenaza con destruir el patrimonio inmaterial de los tablaos madrileños.

«El motivo es que hay una directiva europea que dice que si en un negocio hay dos actividades y la principal es cultural, se debe aplicar el IVA de la principal a la secundaria, que en el caso de los tablaos es la hostelería», explica el diputado socialista Diego Cruz, que detalla que esto supone que todo lo que se sirva en las mesas o en la barra tributa al 21%. «Esto supone una grave afrenta a este tipo de establecimiento y grava de forma muy onerosa el bolsillo de la gente que va ahí», considera Cruz, y añade que los propietarios se ven obligados a dar explicaciones a los molestos clientes. Un extremo que confirma el presidente de la Asociación de Tablaos Flamencos de Madrid y responsable de El Corral de la Morería, Juan Manuel del Río, que advierte de la pérdida de negocio que les supone tener el mismo IVA en los espectáculos y la hostelería.

«En el momento en el que el IVA cultural pasó del 8 al 21%, en lo que concierne a la protección del flamenco significa que no sólo no se nos protege, sino que se nos penaliza de una forma terrible», reclama Del Río, que denuncia además el agravio comparativo con los casinos, bingos y salones de apuestas. Y es que en la ley de 2012 mediante la cual se incrementaba el IVA cultural se hacía una excepción concreta para los locales de juego, de modo que sus servicios de hostelería mantenían un gravamen del 10%, dado que se consideraba que ya tributaban las tasas por el juego. «No parece lógico que se beneficie a una actividad como es el juego, sin que tengamos nada en contra de ello, y se penalice al flamenco, que debería estar protegido», critica el presidente de la Asociación de Tablaos Flamencos de Madrid.

Por este motivo, el PSOE, a través de una Proposición No de Ley (PNL), propone que la Comunidad de Madrid, pese a que no tiene competencias directas, haga todos los esfuerzos posibles para evitar este agravio al flamenco. Así, en la PNL que fue aprobada en la comisión de Cultura con el voto positivo de PSOE, Podemos y PP y la abstención de Ciudadanos, se pide al Gobierno regional que cuando acuda al Comité de Regiones, que es el ámbito europeo en el que tiene competencias, presente esta cuestión para que pueda ser debatida tanto en este organismo como en los competentes para evitar el prejuicio a los tablaos flamencos. Igualmente, se instará al Congreso de los Diputados y al Gobierno de España a que tramiten una modificación de la directiva europea para que se declaren «exentos de prestación de servicios culturales o espectáculos que hayan sido declarados Bien Inmaterial de la Humanidad».

Para Del Río, es muy importante que esta iniciativa haya unido a todos los partidos políticos en la Comunidad de Madrid donde, según añade Diego Cruz, «no está la cuna del flamenco, pero si algunos de los tablaos más importantes de España por los que hay que pasar si se quiere triunfar». Por suerte, según considera el diputado socialista, de momento los tablaos han trabajado para mantener la calidad de los espectáculos aunque haya pérdidas en la parte de hostelería. «El mayor problema al que nos enfrentamos nosotros y nuestros clientes, tanto los nacionales como los internacionales, es que no entienden que la misma cerveza, de la misma marca, en el bar de la esquina sea mucho más barata que en nuestro establecimiento», comenta el responsable de El Corral de La Morería. «Así, el agravio comparativo es con el resto de hosteleros, que tributan al 10%», añade.