Asuntos sociales
Luna, la perra que Miriam adiestró para ayudar a los demás
Miriam, la joven asesinada el pasado miércoles en Meco, estuvo acompañada hasta el último momento por dos de sus amigos más fieles: sus perros. Fuentes próximas a Protección Civil, donde la víctima llevaba trabajando cuatro años, relataron a LA RAZÓN que Miriam «paseaba a sus perros todos los días, mañanas y noches. No es de extrañar que se encontrase con ellos en ese lugar y a esa hora». Sin embargo, lo que sí extraña a sus allegados es que los perros no atacasen en el momento del asesinato y es por ello que cree que el agresor, o agresores, eran conocidos de ella. «La pastora belga tenía dos años y Nilo, un bodeguero, poco más de uno. Eran protectores y fieles: habrían atacado si el asesino fuese un desconocido. Sí o sí», afirman sus allegados con rotundidad.
La pastora belga había sido enseñada y entrenada por Miriam y su ex pareja para ser perra de rescate y de protección civil. Además, ambos prepararon a Luna para superar las pruebas de Protección Civil, pero por falta de tiempo finalmente no pudieron presentarla.
En el momento del crimen Miriam no sólo paseaba a sus perros, también a otros dos de su compañera de piso: un labrador y un mestizo. Los llevaba sin correa pero siempre cerca de ella debido a la densa oscuridad del camino.
Los canes, que aparecieron al lado del cadáver, se encuentran bajo custodia de la compañera de piso de Miriam. En cualquier momento pueden ser requeridos por la Guardia Civil para realizar pruebas complementarias. Aún se desconoce quién se hará cargo de los canes una vez que todo finalice.
En redes sociales siguen las manifestaciones de dolor y rabia por la pérdida de una persona muy querida. «Querida amiga, nos arrebataron la sonrisa de la ''prote'', esas discusiones de las que siempre tenías que llevar la razón y yo intentaba quitártela y acabábamos en risas y abrazos. Te echaré mucho de menos Miri, no tengo palabras amiga. Te quiero», escribía recientemente un compañero de Protección Civil en redes sociales.
La investigación, bajo secreto de sumario, parece haber descartado la agresión sexual o el robo, ya que el asesino no se llevó el teléfono móvil de la víctima una vez perpetrado el crimen. Además, los agentes creen que el ataque se produjo por sorpresa. Las pesquisas de la Guardia Civil se centran ahora en el entorno más próximo de la joven, ya que el camino en el que se halló su cuerpo, y que une Villanueva de la Torre (Guadalajara) con Meco es conocido sólo por los residentes de la zona.
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