Transporte
Circulación lenta en la M-30 y los accesos a Madrid por la limitación de velocidad a 70 km/h
El interior de la M-30 y los accesos a la capital presentaban retenciones a primera hora de la mañana, tras aplicarse la limitación de velocidad.
El interior de la M-30 y los accesos a la capital presentaban a las 7.20 circulación lenta tras haber transcurrido más de una hora desde que el Ayuntamiento de Madrid haya aplicado la limitación de velocidad a 70 kilómetros por hora en esta vía de circunvalación como medida por la alta contaminación.
A lo largo de la mañana, el tráfico se fue haciendo más fluido pero seguía siendo lento y aunque había muchos vehículos que sobrepasaban los 70 kilómetros por hora, no era tan rápido como cualquier otro día.
Según han informado desde las pantallas de tráfico del Ayuntamiento, a primera hora ya había más dificultades de lo habitual desde el nudo sur hasta el nudo de Manoteras, sentido norte, así como desde el nudo sur hasta el Puente de los Franceses, sentido sur.
También había circulación lenta en los accesos de la capital, en la zona sur, en calles como Santa María de la Cabeza, el Paseo de las Delicias y General Ricardos, dirección centro. La Cuesta de San Vicente o la calle O'Donnell son otras de las vías más afectadas.
Desde la Dirección General de Tráfico han informado que las mayores complicaciones se registraron a primera hora en la A-5, debido a un accidente que se ha producido en el kilómetro 25, a la altura de Parque Coimbra (Móstoles), que ha obligado a cortar la carretera. Debido a este incidente ya se registran retenciones desde Navalcarnero, sentido entrada a la capital. También en la A-5 se ha complicado el tráfico a la altura de Batán y Cuatro Vientos por otro accidente.
La otra carretera más afectada es la A-42, donde también debido a un accidente entre Getafe y la M-45 hay varios kilómetros de retenciones.
El escenario más temido
Y es que poco después de las ocho de la tarde, las estaciones de medición de dióxido de nitrógeno situadas en la almendra central confirmaron el escenario más temido: la alta contaminación ha obligado al Ayuntamiento de Madrid a aplicar algunas de las medidas restrictivas contempladas en el protocolo para hacer frente a estos episodios. Ha sido a partir de las seis de la mañana. Se trata de la primera vez que se aplican, lo que supone, en la práctica, que los vehículos deben reducir su velocidad máxima a 70 kilómetros por hora tanto en Calle 30 como en los tramos de las carreteras de acceso a Madrid, comprendidas dentro de la M-40 en ambos sentidos. Tres de estas estaciones de medición registraron ayer, como ya lo habían hecho el martes, niveles de NO2 por encima de los 200 microgramos/m3 durante dos horas consecutivas. En concreto, la alarma saltó en las estaciones situadas en la Casa Árabe –las antiguas Escuelas Aguirre, en la calle Alcalá–, en la avenida Ramón y Cajal y en el Barrio del Pilar. En la primera, la medición a las ocho de la tarde alcanzó los 297 microgramos/ m3, los 369 a las 21 y los 325 a las 22 horas. En Ramón y Cajal, la situación fue aún más preocupante, con 301 microgramos a las 19 horas, 424 a las 20 horas y 404 una hora más tarde. La estación en el Barrio del Pilar recogió a las 21 y a las 22 horas una medición en torno a los 250 microgramos. Además de estas tres estaciones, que son las que han motivado la aplicación del protocolo, en el día de ayer otros cuatro puntos de la almendra central superaron la barrera de los 200 microgramos durante dos horas seguidas: Castellana, Plaza de Castilla, Cuatro Caminos y Plaza de España. Ya por la tarde, los paneles de la M-30 informaban de los altos niveles de contaminación en la ciudad y de la posibilidad de que hoy se aplicaran las restricciones. Hoy, esos paneles recuerdan a los conductores que no pueden rebasar los 70 por hora. Dentro de la fase 1 del protocolo en la que entra hoy la ciudad, se incluye la solicitud del consistorio a los responsables de Tráfico de que controlen el cumplimiento de la nueva limitación de velocidad. Con este objetivo, se instalarán en esta vía radares móviles que multarán a los vehículos que superen el límite de 70 km.
Recuerda: hoy, velocidad máxima 70 km/h si vas por la M30 o por una carretera de acceso entre la M40 y el centro. pic.twitter.com/AdhhE6Mfkr
Medidas más restrictivas
El protocolo que hoy se activa por primera vez es el aprobado por el equipo de Ana Botella en marzo. El nuevo Gobierno municipal, liderado por la alcaldesa Carmena, tiene previsto sustituirlo por uno nuevo –ya aprobado por la Junta de Gobierno y en este momento en periodo de información pública y sujeto a alegaciones– que cambia los sistema de medición de las partículas contaminantes y prevé medidas todavía más restrictivas.
De mantenerse durante el día de hoy los niveles de dióxido de nitrógeno por encima de los 200 microgramos/m3 durante dos horas consecutivas en las estaciones de medición de las Escuelas Aguirre, el Barrio del Pilar o la avenida Ramón y Cajal, el Ayuntamiento decretaría la fase 2 de restricciones, cuyas medidas comenzarían a aplicarse el viernes. Fuentes municipales rehuyeron ayer valorar las posibilidades de que esto se produzca porque son muchas las variables que tendrían que repetirse para que la situación de alta contaminación continuase por tercer día consecutivo. Si esta fase 2 se decreta, además de las medidas contempladas en la fase 1, se prohibiría el estacionamiento de los vehículos en las plazas y el horario del Servicio de Estacionamiento Regulado. Eso significa que sólo los conductores con una tarjeta del SER como residentes en vigor podrían aparcar en estas plazas aunque, eso sí, sólo dentro de su zona. Para ello, se realizarían las actuaciones necesarias para que no pueda obtenerse ningún tique de los parquímetros para los no residentes. Durante el día en el que esté en vigor esta prohibición, los controladores del Servicio de Estacionamiento Regulado quedarían encargados de controlar su aplicación.
Si los episodios de contaminación se agravaran, lo que implicaría por ejemplo que tres estaciones de una zona superaran los 400 microgramos/ m3 durante tres horas, se adoptarían otras medidas como la restricción al tráfico al 50%, de forma que los vehículos podrían circular los días pares o impares en función del número de su matrícula.
Zonas de baja emisión
«Sí que hay una relación entre la velocidad de los vehículos y su emisión de contaminantes, siendo la velocidad óptima para reducir los niveles 60 kilómetros por hora», asegura José María Baldasano, director del departamento de Ciencias de la Tierra del Centro Nacional de Supercomputación y catedrático de Ingeniería Ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña. Sin embargo, según explica el científico, la reducción de 90 a 70 kilómetros en la velocidad dentro de la almendra central «es una medida más orientada a concienciar a los ciudadanos», puesto que «su efectividad va a ser muy limitada para el medio ambiente». Según Baldasano, tan malo es para aumentar los niveles de contaminación que los vehículos circulen a bajas velocidades –«un motor a baja velocidad no quema en buenas condiciones», asegura– como que lo hagan muy rápido, con los motores muy revolucionados –lo que supone que se disparen las emisiones de dióxido de nitrógeno–.
El experto en medio ambiente asegura que a medio plazo la única solución para los altos niveles de contaminación de la capital pasa por cambiar la composición del parque móvil de Madrid, apostando por incentivar el uso del transporte público o el privado con vehículos que dispongan de nuevos modelos de combustión más eficientes o, directamente, por los eléctricos. El único sistema que hasta el momento ha producido una disminución de los niveles contaminantes ha sido la creación de zonas de baja emisión que permiten o impiden la entrada a determinados vehículos según su antiguedad o tipología, concluye Baldasano.
Según los datos que maneja la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), durante los próximos días Madrid va a continuar inmersa en un anticiclón, situación que continuará al menos hasta el miércoles que viene, fecha hasta la que la agencia disponía ayer predicción. Una situación que provoca que aumenten los niveles de contaminación porque «potencia que no haya viento» y que, por lo tanto, la boina no desaparezca, aseguró una portavoz de Aemet.
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