Cataluña

Madrid se lleva el «Gordo»: El 70% de empresas que huyen de Cataluña eligen la Comunidad

El 70% de las empresas que han salido de Cataluña tras el 1-O han elegido la Comunidad. Representan el 1,8% del PIB regional: «Madrid se va a disparar», destaca el presidente de la Cámara de Comercio.

Imagen del centro financiero de Madrid
Imagen del centro financiero de MadridlarazonEfe

El 70% de las empresas que han salido de Cataluña tras el 1-O han elegido la Comunidad. Representan el 1,8% del PIB regional: «Madrid se va a disparar», destaca el presidente de la Cámara de Comercio.

Gas Natural Fenosa, Cellnex, Abertis, Cespa, Bimbo, Edreams, Planeta, Colonial, Agbar, Catalana Occidente, Naturhouse, o la icónica Bruixa D’Or. La lista de empresas que han salido de Cataluña a raíz del referéndum ilegal del 1-O se eleva a más de 1.883 (se van unas cuatro a la hora). Suponen el 1 por ciento del PIB nacional total y el 5,4 del PIB catalán (más de 11.400 millones). De éstas, siete de cada diez han escogido Madrid para ubicar su sede social; una cifra que en términos de facturación representa el 39 por ciento del volumen total catalán (10.763 millones), según un estudio elaborado por el Centro de Predicción Económica (Ceprede) y difundido por la Cámara de Comercio de Madrid.

Las empresas que han decidido mover su sede social (muchas también fiscal) representan para la Comunidad de Madrid en torno al 1,8 por ciento del PIB regional total (más de 3.700 millones) según el mismo estudio, que además recoge que en términos impositivos estas entidades habrían devengado algo más de 1.440 millones en concepto de Impuesto de Sociedades, lo que supone en torno al 6 por ciento de la recaudación total en el año 2016.

Según el diagnóstico hecho por la Cámara madrileña los motivos de los desplazamientos van desde el temor a que se produzca una secesión efectiva y por tanto quedar fuera de la Unión Europea, hasta el miedo a las consecuencias del del «efecto estigma» que puede provocarse de cara a la forma en la que son percibidas las empresas catalanas en el resto de España, así como desde dentro de Cataluña por parte de sus residentes.

Desde que comenzó el goteo de empresas que anunciaban su salida de Cataluña, la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, ha manifestado en más de una ocasión que Madrid acogerá «con los brazos abiertos» a las sociedades que decidan asentarse en la región; no obstante, también ha señalado que no quiere que «Madrid crezca a costa de que Cataluña pierda». Esta posibilidad, sin embargo, parece inevitable, ya que, según los datos hechos públicos ayer por la Cámara de Comercio, las empresas que han «huído» desde el 1-O representan alrededor del 5,4 por ciento del PIB catalán; y su establecimiento en Madrid repercutirá positivamente en la economía de la región. Para el presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, Juan José López Belmonte, la repercusión «va a ser enorme». «Madrid se va a disparar», sentenció.

Según recogió Europa Press en un desayuno informativo que protagonizó ayer López Belmonte, el retorno de sociedades una vez que toman la decisión de trasladar su sede «no es tan fácil», ya que explicó que la movilización supone un «trastorno y un gasto» que las empresas no suelen estar dispuestas a asumir en dos ocasiones, por lo que subrayó que «una vez que se mueven es difícil que retornen». Y es que, según insistió el presidente de la Cámara, lo que las empresas buscan es «estabilidad». En esta misma línea, se expresó el director de esta institución que aglutina a los empresarios madrileños, Carlos Prieto: «La incertidumbre es el enemigo de las empresas», por ello animó a poner paz. De hecho, a diferencia de la estrategia seguida tras el anuncio del Brexit –cuando se puso en marcha una campaña de captación de empresas y divulgación de las condiciones fiscales que ofrece Madrid– en el caso del éxodo catalán, la Cámara madrileña asegura que no ha hecho ningún movimiento «por respeto». Ésta ha sido también la línea seguida por el Gobierno regional de Cifuentes, que no ha querido «pescar» en aguas revueltas: «Cataluña es España. Los catalanes no merecen que una región que siempre ha estado a cabeza de España en crecimiento y prosperidad se quede descapitalizada y empobrecida», ha reivindicado la jefa del Ejecutivo autonómico en los últimos días.

El estudio de la Cámara alerta de que la prolongación de este periodo de incertidumbre, o el agravamiento de la situación, podría aumentar el movimiento de empresas que, en terminos generales se habría frenado en la última semana. Asimismo, revela que si las deslocalizaciones se prolongaran mucho tiempo «podrían terminar generando un desplazamiento de las actividades de gestión central» y desplazar así puestos de trabajo, así como una parte de los efectos indirectos que general la localización de las sedes de las empresas, como la celebración de las juntas de accionistas, consejos de administración o recepción de proveedores y clientes. El estudio es prudente en cuanto a los posibles efectos directos de los traslados, no obstante alerta de que en el supuesto de hacerse efectiva la independencia, los traslados generarían un cambio real de los flujos de renta y recaudación en los diferentes territorios.