Más de 2.000 personas se unen para reabrir la «cabina» de Mercero

David Linares impulsó una recogida de firmas para que el Ayuntamiento instale una cabina telefónica –a poder ser, en el emplazamiento original– para honrar al cineasta Antonio Mercero, recientemente fallecido.

David Linares, guionista de programas de telerrealidad, forma parte de esa generación de españoles que creció con «El gran juego de la oca», «Un, dos, tres», y «Farmacia de guardia». Fruto de la melancolía que le produjo aquella «infancia televesiva», decidió impulsar, el pasado 15 de mayo, una recogida de firmas para que el Ayuntamiento instale una cabina telefónica –a poder ser, en el emplazamiento original– para honrar al cineasta Antonio Mercero, recientemente fallecido.

La propuesta se ha promovido a través de las plataformas Change.org y Decide Madrid, con el objetivo de «explotar más los escenarios icónicos del cine en la capital» y convertirlos en «un reclamo cultural para madrileños y turistas», expresa Linares a LA RAZÓN. Al cierre de esta edición, la iniciativa contaba con el apoyo de 2.307 firmantes.

El resultado es abrumador si tenemos en cuenta que la petición es «muy concreta», enmarcada en un área relativamente pequeña como es un distrito de la Comunidad y con un tema «tan concreto». «Se trata de «una petición un poco “indie”», reconoce su promotor.

Pero, ¿qué le impulsó a arriesgarse con este proyecto? El poder de la «morriña». El guionista confiesa que su serie favorita era «Verano Azul» y que la veía siempre con su hermana menor, quien se disgustaba año tras año porque «yo le prometía que aquella vez no se iba a morir Chanquete. Obviamente, moría siempre». La anécdota concluye con una tierna revelación: «Sin duda, Mercero fue uno de mis mayores referentes».

La admiración que le profesa es tal que su fallecimiento el 12 de mayo le estremeció. En aquellos días, el guionista de «realities» se cruzó en Twitter con un melancólico artículo sobre la escondida y olvidada plaza madrileña, en la calle Rodríguez San Pedro, donde se rodó «La Cabina» (1972), el único telefilme en nuestro país que logró hacerse con un Emmy. Así, sin esperar nada a cambio, Linares escribió un tuit en el que expresaba su deseo de que se colocara una cabina a modo de homenaje hacia su director.

El mensaje se viralizó en seguida. Algunos usuarios le animaron a crear una petición pública y lo que empezó como una broma se transformó en un «¿y por qué no?». «Jamás imaginé en lo que se iba a convertir, ¡me respondió hasta Álex de la Iglesia!», expresa Linares. También ha recibido el apoyo del actor José Calvo y asegura que la Academia de las Artes Cinematográficas de España estudia su propuesta.

El concejal del Ayuntamiento por Ahora Madrid, Guillermo Zapata, le animó a tramitar su solicitud mediante la plataforma Decide Madrid. «Aunque creo que es una herramienta muy útil», afirma el guionista, «se han llevado a cabo muy pocas demandas, ya que debes cumplir ciertos requisitos como estar empadronado en Madrid». ¿Y Carmena? «No ha contestado. Entiendo que en la capital hay millones de cosas que atender, pero esto también es importante, ¡es algo cultural!». Con todo, la palabra «rendirse» no está en el diccionario de Linares.

De hecho, la cabina es sólo «la punta del iceberg», desvela. El plan va más allá: extender la idea a otras películas grabadas en barrios de la región y hacer un «Madrid de cine». Se trataría de una ruta en la que el transeúnte halle esculturas a «Chicho» Ibáñez Serrador, Amenábar, Almodóvar... Y es que, como concluye el guionista, «esta ciudad ha sido y seguirá siendo el escenario de un buen abanico de películas».