Acoso sexual

Menores «dictadores»

La Razón
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Un tercio de los menores que agreden a sus padres son mujeres. El dato es inquietante y sorprendente, porque las conductas violentas o delictivas son mayoritariamente «masculinas», ya que la mujer es menos narcisista y por ello comete menos delitos o agresiones. La violencia filio-parental o violencia ascendente es un problema que la sociedad tiene desde hace relativamente poco. En España hemos pasado del respeto más absoluto a los padres y profesores a casos de acoso y violencia de hijos a padres. Y existen muchos más casos de los que cabe imaginar.

El perfil de los menores matratadores es muy variado. Los hay con infancias difíciles y padres conflictivos, pero otras muchas veces se trata de niños consentidos, sobreprotegidos, sin conciencia de los límites, capaces de dar órdenes, desafiar, chantajear, ridiculizar, robar y agredir. Este perfil viene de niños cuyos padres no saben decir no, que no les han educado en la frustración y que no han sabido enseñar que es tan importante el «yo» como el «tú». Pero no siempre es culpa de los padres. Hay casos en los que parece que nada falla a su alrededor. Tienen un carácter muy duro y violento. Algunos de ellos tienen psicopatías y suelen consumir drogas.

En mis años de experiencia –ya son casi 500 familias las que han acudido a mí para pedir ayuda– he comprobado que se pueden rehabilitar, pero deben someterse a terapias de meses o años. Si no, con toda probabilidad, estaremos ante futuros maltratadores. O lo que es más sorprendente, del cambio de maltratadas a maltratadoras.