Ministerio de asuntos importantes

Éste son el tipo de noticias que alegran el alma a uno. El arte herido por la coyuntura nacional crea por fin su propio Ministerio de los Asuntos Importantes; un proyecto creativo y emprendedor como resultado de la unión de varios artistas que unen sus fuerzas para crear, más allá de una galería, un espacio que da cabida a las siete artes. Mucho más que una galería el Ministerio de Asuntos Importantes no sólo organiza exposiciones individuales o colectivas en las que compartirán temáticas estacionales y simbólicas en su relación con el espacio urbano y en clave sociocultural; como plataforma creativa su agenda tiene programado para los jueves un ciclo de películas según la temática, sesiones de musicoterapia, presentaciones y performances; los sábados se convertirá en un campamento urbano donde los niños podrán disfrutar participando activamente del arte a través del teatro, la música y otras expresiones plásticas.

La galería también cuenta con un laboratorio fotográfico y cursos de revelado analógico; la productora «Golpe de Efecto» estará también al servicio del espacio como parte del proyecto. La galería se estrena con «Noviembre, el mes de los muertos», una ecléctica exposición colectiva cuyos artistas irán exponiendo individualmente a lo largo de la temporada, conformando un vibrante crisol en torno a la muerte. Entre los creadores encontramos la mortal feminidad pop del artista digital Javier Recio, los dibujos a carboncillo de corte expresionista de Francesco Pistolesi, la pintura al óleo de Tomás Balaztena y su escalofriante casa, que bien podría ser un fotograma de Hitchcock; el discurso de las cajas de luz de Rocío Asensi ambientado a la luz de las velas con un innegable sabor mexicano; como contraste encontramos los coloridos lienzos de Armando Seijo o «Ataud», una instalación de Eva Lilith que despertó de la muerte al misterio con una performance.

Los artistas residentes del Ministerio de Asuntos Importantes apuestan por un mismo leit motiv tratado desde diferentes visiones, relacionando el concepto de ciudad y el de la muerte como evidencia física y estado sensorial o reflexivo. Sólo un gran poeta podría contagiarnos la palpitación del arte, este nuevo Ministerio calla muchos poemas uniendo muchos latidos en un solo corazón, demostrando que el arte sobrevive a la muerte.