Padres de 34 colegios también se rebelan contra la alcaldesa de Móstoles

Acusan a Posse de «despótica» por «ningunear» a la Federación que los agrupa.

Cuestionada hasta por su propio partido (PSOE-M), invitada a dejar su cargo como alcaldesa por convertir a Móstoles en la «capital del enchufe», según dicen ya los de Ciudadanos...y, ahora, la alcaldesa, Noelia Posse, se enfrenta a un nuevo conflicto con las asociaciones de padres de alumnos de la localidad. La Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Móstoles (FAMPA), que agrupa a las asociaciones de 34 centros, ha criticado a la regidora por actuar de forma «despótica y unilateral»en una cuestión básica que afecta al funcionamiento de los centros públicos y que gestionan las AMPAS: las actividades extraescolares que ofrecen los colegios al alumnado.

Desde hace tiempo, primero con la Comunidad de Madrid y, desde hace seis años, con el Ayuntamiento, las AMPAS reciben dinero público para que a las familias les resulten más económicas las actividades extraescolares que se organizan en los centros educativos. Estas subvenciones pueden suponer una reducción de hasta un 20 por ciento de las cuotas para los padres de alumnos. Este año el Ayuntamiento destinará 250.000 euros para este fin.

La cuestión de fondo es que la distribución de este dinero siempre se ha acordado con la FAMPA a través de un convenio marco. «Esto garantizaba nuestra participación para supervisar un reparto correcto del dinero y nos permitía introducir mejoras. Del mismo modo, tratábamos de que los derechos se garantizaran igual para todas las asociaciones de padres de los colegios. Para las AMPAS suponía tranquilidad y menos trabajo y se sentían más protegidas porque visitábamos cada uno de los colegios para ver susnecesidades», explica Elvira García Romero, presidenta de la Federación.

Sin embargo, el Ayuntamiento «ha decidido no negociar nada, prescinde del convenio marco este año y va a continuar con el mismo plan de actividades extraescolares que ya existía para los colegios públicos de 250.000 euros a repartir entre las 34 AMPAS de los colegios públicos sin mediar palabra con la Federación», lamenta.

Los padres están molestos con la forma de trabajar de Posse porque «está actuando de una manera unilateral que no es normal. Lo lógico es que hubiera mantenido una reunión con nosotros, no nos han notificado nada ni nos han explicado los motivos que han llevado a la alcaldesa a actuar así. Se ha cargado el nexo de unión de todas las asociaciones de padres que garantizaba un trabajo común, además de ningunear a una institución con cuarenta años de antigüedad en Móstoles. Es una actuación despótica», añade con indignación García.

Ayer solicitaron una reunión con la concejala de Educación y finalmente parece que la Federación va a ser recibida por la titular de este departamento el próximo viernes.

García asegura que a través de la Federación se han canalizado protestas de los padres por la falta de mantenimiento de los centros escolares, o exigencias como la retirada de amianto en las distintas construcciones. La Federación también apoya a las AMPAS en sus gestiones cuando son requeridos por ellas. Pero, sobre todo, de lo que se lamentan es de que nunca hayan sido recibidas por Noelia Posse a pesar de haber solicitado reunirse con ellas en varias ocasiones. «Nunca ha querido tenerla», sentencia.

Por su parte, el Ayuntamiento de Móstoles ha confirmado que "no se renueva el acuerdo con la FAMPA porque lo que se busca es tener un contacto directo con todas las asociaciones y conocer a través de ellas las necesidades de cada centro. "Desde la Concejalía de Educación hemos decidido ampliar la financiación para las AMPAS en más de un 15%. Respetamos su derecho de asociación y al mismo tiempo ofrecemos un trato más cercano y directo con ellas", ha manifestado la concejala de Educación, Natividad Gómez.

No es la primera vez que Noelia Posse tiene un enfrentamiento con la federación de alumnos que representa a los padres de 40.000 estudiantes de Móstoles. En el mes de febrero pasado la FAMPA plantó cara a la regidora de la localidad del sur porque, después de cuatro años de legislatura, los colegios públicos continuaran con los mismos problemas de limpieza, acumulación de partes de mantenimiento y obras de mejora que no se habían acometido y que estaban previstas hacer en el verano de 2017. Posse, se descolgó entonces con una declaración institucional que pretendía llevar a pleno en la que quería recoger el compromiso de todos los grupos políticos para resolver los grandes problemas que sufría la comunidad educativa y que eran de competencia municipal. Los padres le pidieron entonces que paralizara la iniciativa hasta que se celebrase una asamblea de socios para ver qué compromiso político iban a pedir y la forma de materializar esa petición ante la proximidad de las elecciones municipales que se celebraron en mayo pasado. La alcaldesa obvió la petición de los padres.

Un año antes, los padres también levantaron la voz y protagonizaron distintas protestas por la suciedad en los colegios públicos y las condiciones insalubres en que se encontraban instalaciones como los cuartos de baño y que usaban a diario cientos de alumnos. «Prefiero que mi hija se haga pis encima a arriesgarme a que coja una infección», decían los padres.

Además de la protesta de la FAMPA, ayer el escenario político se complicó un poco más para Noelia Posse. Y es que la portavoz del PP, Mirina Cortés, dio a conocer que el pleno de reprobación de la alcaldesa socialista se celebrará el 21 de octubre a las 10 horas después de que lo solicitaran los partidos de la oposición. «Por el bien de Móstoles esperamos que antes de ese pleno se produzca la dimisión de la alcaldesa, enrocada en su sillón y viviendo de espaldas al clamor popular que existe entre sus vecinos, la práctica totalidad de los partidos y medios de todos los ámbitos», dijo Cortés. Lamentó que «cada día que pasa es un día más de vejación y escarnio para Móstoles, convertido en un circo por el nepotismo y enchufismo de la socialista Noelia Posse». En su opinión, la regidora está abocando a la localidad del sur a una situación «insostenible» y está dañando la imagen del municipio.