Alcohol

Un fin de fiesta agridulce

Imagen de archivo de una madrileña con el traje típico
Imagen de archivo de una madrileña con el traje típicolarazon

Casi medio centenar de jóvenes han tenido que ser atendidos por el Samur a causa de intoxicación etílica Errejón. Espinar se beneficia de la «correción de género».

La pradera, la verbena, la ermita...Madrid se ha puesto más castiza que nunca a ritmo de chotis y con lo más típico para probar bocado: gallinejas, entresijos y chicharrones que algunos han acompañado con más bebida de la cuenta, como ha constatado durante estos días el Samur-Protección Civil. Y lo más alarmante es que muchas de estas atenciones de urgencia han tenido que ver con intoxicaciones etílicas de menores, de tal manera que casi medio centenar de jóvenes han tenido que recibir atención médica por intoxicaciones etílicas entre el 14 y el 15 de mayo.

El domingo fueron 24 los adolescentes atendidos mientras que ayer la cifra fue de 21 de un total de 71 personas atendidas. De hecho, los agentes del puesto de la Policía Municipal tuvieron que llamar a los padres de los menores para que se hiciesen cargo de ellos. Casualmente, el mayor número de asistencias en el Puesto Sanitario Avanzado (PSA) fueron entre las 22:30 y las 00:30 horas. Llama la atención el elevado número de jóvenes afectados por intoxicaciones etílicas lo que constata que los adolescentes siguen asociando fiesta con alcohol. De hecho, siete de cada diez reconoce haber bebido alcohol durante el fin de semana. La mayoría de las incidencias tuvieron que ver con la bebida, aunque el Samur también tuvo que atender cuestiones menores como caídas, contusiones o lipotimias y ayer hubo ocho traslados al hospital.

Entre los incidentes más graves ocurridos durante las fiestas hubo que lamentar el caso de un joven de 22 años que resultó herido grave por arma blanca en la zona frontal de la cabeza como consecuencia de una agresión. El puesto de la Policía Municipal de ubicado en la Pradera tuvo que atender al joven y después fue trasladado al hospital Doce de Octubre en estado grave.

Esta edición San Isidro se alió contra la violencia machista al instalarse puntos violeta a los que podía acudir cualquier mujer en el caso de sentirse agredida. La iniciativa se alargará hasta mediados de octubre, cuando acaban las fiestas de verano en Madrid, según informaron a Efe fuentes municipales.

Por primera vez, este año se ha dado más formación, tanto a voluntarias como a la Policía Municipal y se han incrementado los puntos y las personas que los atienden, lo que permitirá cubrir sin problema todas las fiestas hasta octubre.

En concreto, en estas fiestas se instalaron dos puntos violeta en la Pradera (paseo Quince de Mayo y paseo de la Ermita del Santo) y uno en Arganzuela (paseo de la Chopera).

Los puntos violeta han servido para facilitar información a muchas de las personas que se han acercado. Las voluntarias han recibido formación para saber qué hacer ante una agresión sexual. Además, en los puntos informativos se han distribuido tanto folletos como tarjetas para llevar en el bolsillo con los teléfonos necesarios para poder efectuar una denuncia o para recibir atención psicológica, jurídica o acompañamiento global (el teléfono del Ayuntamiento que funciona de viernes a domingo).