Un preso «sombra» para evitar otro intento de suicidio

El presunto asesino de Eva Blanco, Ahmed Chelh G., se estima que estará al menos una semana en el módulo de ingresos del Centro Penitenciario Madrid II de Alcalá Meco, no en Soto del Real como se publicó erróneamente. Así lo explicaron ayer fuentes penitenciarias, que recordaron que permanecerá en este módulo «hasta que le clasifiquen, y para ello tiene antes que ser visto por el psicólogo y el resto de profesionales de la prisión. Por lo que siendo fiesta el lunes, al menos estará en este módulo siete días antes de decidir pasarle a otro módulo».

No se trata de un módulo de ingresos como en otros centros penitenciarios. «Esta prisión es una de las más antiguas, y el módulo que ahora es de ingresos antes era un módulo normal, sólo que modificado para adaptarse a la normativa», recuerdan. «Ahmed sale al patio y hace vida normal con los demás presos de su módulo», añaden.

Además, el detenido, acusado por la jueza del Juzgado de Instrucción número 4 de Torrejón de Ardoz de los delitos de asesinato, agresión sexual y detención ilegal, «dispone de comedor, de televisión y de patio, instalaciones que comparte con entre 40 y 50 presos. Las celdas en esta prisión son de dos camas y más pequeñas que las de otros centros penitenciarios, como Estremera, por ejemplo», añaden. Pero tiene otras ventajas. «Alcalá Meco no es un centro penitenciario precisamente conflictivo. Es bastante tranquilo», inciden otras fuentes.

En cualquier caso, para evitar males mayores, al presunto asesino de Eva Blanco «le han incluido en el Programa de Prevención de Suicidios (PPS) y tiene asignado un preso de acompañamiento al que previamente se le suele dar un curso» para convertirse en preso «sombra» y al que, a cambio, «se le suelen dar ciertos beneficios, como permisos». Fuentes penitenciarias explican que en este caso «está más que justificado que –a Ahmed– le pongan el PPS para evitar reacciones autolíticas por parte del recluso, ya que se intentó suicidar, clavándose un trozo de ladrillo en el cuello, durante los días que pasó en la prisión francesa desde su detención el pasado viernes, 2 de octubre, hasta el viernes, que aterrizó en España. Y es que la asignación de un preso «sombra» es una medida de precaución que se suele tomar en casos donde, simplemente por ser un recluso conocido y al tratarse de un caso mediático, se decide directamente que se le ponga PPS. Un requisito que además se cumple en este caso. Así, cabe recordar que este programa fue ideado para evitar que el recluso se haga daño. El preso se le es asignado tanto si el reo lo comunica como si el médico o el psicólogo lo consideran necesario. Un método preventivo que en ciertas ocasiones no se ha aplicado de modo estricto, tal y como se ha denunciado en repetidas ocasiones. Ahmed llegó ayer al mediodía al aeropuerto de Torrejón de Ardoz después de autorizar su extradición de Francia, donde fue detenido hace dos semanas acusado de los delitos de asesinato, agresión sexual y detención ilegal, hace 18 años, de la joven Eva Blanco de 16 años.

Durante su comparecencia ante la jueza, el español, de origen marroquí se negó a declarar, si bien sí ha consentido que se le practicara una prueba de ADN para cotejarlo con el de su hermano, que dio voluntariamente sus datos dentro de la investigación. Esta prueba se cruzará entonces con el ADN encontrado en la ropa interior de la joven de Algete hace 18 años.

Nuevo homenaje

Los agentes que han participado, en los 18 años que ha permanecido activa la investigación fueron ayer, de nuevo, homenajeados, en esta ocasión por parte del director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa. Durante los actos de celebración en la capital de la patrona del cuerpo, Fernández de Mesa dio la enhorabuena a los agentes de la Policía Judicial de la Comandancia de Madrid por su «perseverancia y trabajo» y porque la resolución «abre la esperanza» a los españoles que puedan sufrir una situación similar. Supone que puede «haber luz al final del camino».

Un sumario con 30 carpetas

El Juzgado número 4 de Torrejón de Ardoz ya ha levantado el secreto de sumario de un caso que acumula 18 años de instrucción ordenada en más de 30 carpetas. En este tiempo, se han abierto más de 100 líneas de investigación en las que se solicitó la colaboración ciudadana y de los medios de comunicación en varias ocasiones. Finalmente fue la iniciativa del Ayuntamiento de Algete, que pidió a sus vecinos que dieran voluntariamente muestras de ADN, la que ha dado resultado después de que se autorizara la utilización de estos datos entre los que estaba los del hermano de Ahmed y que, a su vez, guardaban coincidencia con los encontrados en la ropa interior de la joven.