Una de las víctimas advirtió al colegio de los abusos en 2013

La dirección del colegio Vallmont conocía desde 2013 que el profesor Carlos Ruiz no mantenía un comportamiento adecuado con sus alumnos porque uno de los padres así se lo había comunicado a los responsables del centro escolar. Así lo explicó el miércoles una de las familias que acudió a la reunión informativa que se mantuvo en el centro escolar hace dos días y ayer, con ánimo de informar a los padres de los desagradables hechos acaecidos en el centro concertado de Villanueva del Pardillo. Algunos padres lamentaron ayer que hayan tenido que pasar dos años hasta que los directivos hayan decidido apartar al docente; esto fue una vez que la familia de una de las víctimas denunció los hechos ante el colegio y acudió al puesto de la Guardia Civil para que pudiera investigar al sujeto por los cauces pertinentes. Fuentes de la Benemérita confirmaron que el imputado por un delito de abusos sexuales a menores, que ya se encuentra en prisión preventiva, llevaba dos años abusando de, al menos, siete menores de entre 8 y 11 años. Sin embargo, según recordó ayer la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, no se descartan más denuncias, algo muy común en este tipo de casos, ya que los niños, según los expertos, muchas veces son reacios a verbalizar estos episodios o, a veces, si no ha sido algo violento, no saben hasta qué punto se trata de una actitud reprobable por parte de su profesor, para ellos una referencia de comportamiento. «No se puede descartar que haya más denuncias porque desgraciadamente estos delitos no se denuncian», dijo ayer la delegada, que añadió que, para ella, «todo lo que tiene que ver con niños es de los peores delitos que se pueden cometer. Es un asunto terrible».

Por su parte, la dirección del colegio Vallmont reiteró ayer que apartó de sus funciones al profesor el pasado 2 de febrero, tras tener conocimiento de los hechos a través de las familias. La nueva directora del centro escolar, Rosell Ferrández, leyó ayer un comunicado en el que el centro añade además que inmediatamente comunicó de forma oficial los hechos conocidos a la inspección educativa y a la Guardia Civil de la localidad de Las Rozas.

Sin embargo, muchos progenitores se quejaban de la tardanza por parte del centro en informarles a ellos para que pudieran preguntar de forma delicada a sus hijos si habían sufrido algún episodio extraño. El colegio insistía ayer en que informó sólo tres días después, el 5 de febrero, sobre lo ocurrido y lo hizo a los padres de los alumnos a los que el profesor había impartido clase en los dos últimos cursos. Pero los padres aseguran que aquellos comunicados no hacían alusión a la gravedad de los hechos y sólo hablaban de un «comportamiento irregular» por parte del profesor como motivo para su expulsión del centro escolar.

Así, el consejo de administración del centro decidió el 4 de marzo –un mes después de tener conocimiento de las denuncias– cesar al director del colegio «por haber perdido la confianza en el desempeño de sus funciones y no creerle capacitado para sobrellevar la gestión de esta delicada situación». La directora recalcó que «para nosotros lo más importante son los niños, el día a día, la vida escolar aquí dentro y, por supuesto, a sus familias». El grupo de la Emume de la Guardia Civil, especializado en menores, comenzó a investigar a raíz de la primera denuncia y se amplió ante las sospechas de que pudieran existir otras víctimas, hasta que finalmente se han localizado seis más que ya han denunciado. El profesor fue detenido el pasado viernes y ya está en prisión.

prisión.