Región de Murcia
Desciende un 97 por ciento la construcción de viviendas en 10 años
Según los expertos, 2016 fue un año en el que se comenzaron a dar «valores positivos»
Según los expertos, 2016 fue un año en el que se comenzaron a dar «valores positivos»
Los efectos de la crisis arremetieron duramente contra el sector de la construcción, que vieron disminuir notablemente las inversiones en obras nuevas durante los años más duros de la recesión. Si en el año 2005 se construyeron un total de 22.840 nuevos edificios de viviendas, en 2015 la cifra se situaba en 635, un 97,2 por ciento menos que deja en evidencia la escasa apuesta por el sector.
Del mismo modo, y si se compara con la evolución del número de edificios construidos según tipo de obra en diez años, se desprende igualmente un descenso del 90 por ciento, pasando en 2006 de 7.740 edificios de nueva planta, a los apenas 697 de 2017, cuya caída comenzó a hacerse notable a partir del año 2009.
Estas cifras no difieren en absoluto de la media española, ya que en todo el territorio nacional se experimentó un descenso del 89,2 por ciento en el número de viviendas de nueva obra construidas entre 2006 y 2015.
Sin duda, la construcción de edificios residenciales centran los proyectos de las constructoras, especialmente de viviendas familiares, aunque, en las fechas señaladas, se redujo un 93,4, pasando de construirse 6.854 nuevas viviendas familiares a tan solo 448 el pasado 2015.
Por otra parte, en lo referente a la construcción de edificios nuevos no residenciales, entre los cuales se encuentran los de explotaciones agrarias y ganaderas, la industria o los almacenes, también se ha experimentado un descenso en las construcciones, eso sí, en menor medida.
El secretario general de la Federación Regional de Empresarios de la Construcción de Murcia (Frecom), Gustavo García, apuntó a la crisis de la burbuja inmobiliaria como principal factor del descenso, «como consecuencia de la sobrefinanciación que prestaron entidades financieras y con su incursión desbocada a la promoción de suelo y viviendas».
Así, destacó que a lo largo de 2016 la vivienda comenzó a dar unos «valores positivos» en cuanto al precio, con un incremento en torno al 2 por ciento.
«No obstante, para que no vuelva a suceder, hay que evitar la facilidad de crédito que permitió un endeudamiento excesivo a las familias y la entrada del intrusismo en el sector de empresarios no profesionales».
García remarcó la necesidad de marcar los objetivos de la construcción en la «inversión responsable y no especulativa», pero ejecutándose por empresas con la debida calificación económica y técnica para evitar la pérdida de la inversión.
Finalmente, apuntó al fin del reajuste del sector de la vivienda con la agilización administrativa y la apertura de crédito para reactivar el sector en los próximos años.
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