«Estados Unidos es un mercado estratégico al que no podemos renunciar»

El nuevo presidente de Agro Sevilla pide a la Comisión Europea que recurra la subida de los aranceles

Agro Sevilla es la mayor cooperativa de exportación de aceituna de mesa de España. Sus números dan buena muestra del papel decisivo que juega en el mercado y de las consecuencias de la decisión de Estados Unidos de subir los aranceles al producto, un auténtico mazazo que ha activado las alarmas en el sector. Gabriel Cabello acaba de asumir la presidencia de este conglomerado de 12 cooperativas olivareras de primer grado en un momento especialmente convulso. Pese a todo, asegura a LA RAZÓN que «Estados Unidos es un mercado estratégico al que no podemos renunciar».

Fue el pasado 18 de junio cuando la Administración de Donald Trump oficializó una subida de los aranceles «antidumping» del 20 por ciento a la aceituna negra de mesa, al considerar que las ayudas que ha recibido el sector distorsionan el mercado e incumplen las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Sin embargo, desde el pasado 1 de agosto se suma el arancel compensatorio de las subvenciones, situándose la subida en el 35 por ciento, lo que supone un duro golpe para los productores. Cabello, sin embargo, recuerda que sus predecesores «también tuvieron que hacer frente a grandes retos», como la crisis del olivar de los años 70, la crisis económica que se inició en 2007 o situaciones difíciles como la desaparición de la Unión Soviética o las guerras del Golfo, que «afectaban de lleno a muchos de nuestros principales mercados». Ante tales contratiempos «salimos más grandes y más fuertes», así que ahora «también conseguiremos afrontar este reto con éxito».

Con una producción de casi 80.000 toneladas de aceitunas al año, la decisión de la Administración norteamericana está afectando al día a día de la cooperativa. «La imposición de aranceles ha obligado a algunos de nuestros clientes a abastecerse de aceituna negra en otros países, por lo que hemos tenido que ajustar nuestra producción a la nueva realidad del mercado». También ha tenido repercusión en el empleo, con el despido de unos 50 trabajadores eventuales. En este sentido, Cabello reconoce que «tuvimos que realizar ajuste de la plantilla con la empresa de trabajo temporal con la que trabajamos», aunque advierte de que «actualmente no hay más medidas previstas y esperamos recuperar en breve la plena producción para tener la plantilla al máximo». La facturación también se ha visto mermada, pero «de un modo mínimo». Esta subida, no obstante, no ha cortado el flujo exportador a Estados Unidos por completo. En el resto de mercados «la situación es normal, con buenas perspectivas».

¿Están haciendo lo suficiente la Junta, el Gobierno central y la UE en defensa del sector? El presidente de Agro Sevilla señala que las dos primeras administraciones «han hecho lo que ha estado en sus manos y dentro de sus competencias». También expresa su agradecimiento al Ayuntamiento de La Roda de Andalucía, donde se ubica su fábrica, por «todo su apoyo». Pero insta a la Comisión Europea a recurrir los aranceles ante la OMC, «como viene reclamando insistentemente todo el sector». Una de las medidas que se han planteado, en este caso por parte de la patronal Asemesa, es la reclamación a la UE de un fondo de compensación para los productores, como ocurrió con el veto ruso. Agro Sevilla está de acuerdo con esta medida porque el sector industrial «es el que está asumiendo los costes de defensa de los aranceles». Pero insiste en que debe ser la Comisión Europea la que lucha contra «los aranceles injustos que estos momentos sufrimos».

Estados Unidos es el primer mercado mundial de aceituna de mesa y Agro Sevilla no quiere renunciar a él. De hecho, Cabello anuncia que «haremos todo lo que esté en nuestras manos para poder seguir dando servicio a nuestros clientes allí, con los que tenemos una relación de tantísimos años». La cooperativa exporta más del 95 por ciento de su producción a más de 70 países en todos los continentes, así que tras el varapalo estadounidense, «como es lógico, estamos buscando alternativas en otros mercados para seguir creciendo».

Este año la campaña de verdeo ha comenzado con retraso por las adversidades meteorológicas. Las organizaciones agrarias ya alertaron de que si no se mejoran los precios del año pasado (unos 0,75 euros el kilo), los agricultores deberían plantearse desviar esta aceituna a molino. Cabello, en este sentido, asegura que las lluvias de este año «han recuperado mucho el olivar, que llevaba varios años sufriendo sequía». Los olivos vienen cargados de aceituna, pero «con muy poco tamaño». Pese a todo, advierte de que «todavía es muy difícil saber cuánta aceituna estará en condiciones de ser verdeable».