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Baterías de los coches eléctricos, una nueva solución para la energía del hogar

En un futuro, las baterías de los coches eléctricos no solo nos permitirán desplazarnos en nuestro vehículo, sino que también servirán para almacenar energía sostenible que se podrá utilizar en el hogar

Las baterías de los coches eléctricos podrán utilizarse como almacenamiento de energía para la movilidad y para el hogar
Las baterías de los coches eléctricos podrán utilizarse como almacenamiento de energía para la movilidad y para el hogarDreamstimeDreamstime

Persianas que se bajan por control de voz, sistemas que programan el encendido de la calefacción antes de que lleguemos a casa o luces que se apagan solas. La domótica y la conectividad se han convertido en las perfectas aliadas para que cualquier hogar optimice su consumo energético. Si a las posibilidades que ofrecen estas tecnologías les añadimos otras como la instalación de placas solares, nos aseguraremos de ser eficientes y al mismo tiempo de reducir nuestra huella de carbono.

Una instalación de energía solar puede utilizarse para cubrir las necesidades energéticas de una casa, desde hacer funcionar el lavavajillas a encender las luces o cargar la batería del coche eléctrico. Pero ¿qué sucede con esa energía si no se usa en el mismo momento que se produce? Para evitar perderla, se está desarrollando un sistema que permitirá utilizar las baterías de los vehículos eléctricos como almacenamiento, no solo para movilidad, sino también para el hogar. Así, la energía generada por las placas solares se conservará en el interior de las baterías y se liberará cuando se necesite. De esta forma, se evitará consumir de la red eléctrica. Veamos cómo.

La clave para utilizar las baterías como unidades de almacenamiento capaces de liberar energía está en la carga bidireccional. Gracias a este tipo de carga, que está todavía en fase de pruebas, la corriente eléctrica fluiría en ambas direcciones. Es decir, además de recargar la batería del coche para utilizarla en nuestros desplazamientos, ésta podrá devolver energía al hogar. Aunque su desarrollo no es definitivo, se empiezan a ver soluciones en el mercado que animan a pensar en su futura incorporación a nuestra vida diaria. Por ejemplo, el Kia eléctrico EV6 ya permite este tipo de carga.

Con la carga bidireccional se abren dos posibilidades para que a medio plazo los coches eléctricos sean algo más que soluciones de movilidad. Una, denominada vehicle-to-home, consistiría en usar el vehículo como una pila que almacena energía renovable en las horas que ésta se produce y liberarla cuando se necesita para su uso en el hogar. Un proceso que permitiría, además, ahorrar dinero en la factura de la luz. “La batería del cochepodría liberar esa energía que ha cargado durante las horas de sol, para consumirla en las horas más críticas de consumo, que normalmente suele ser tras el anochecer, entre las 19.00 y las 22.00. A esa hora todos estamos en el hogar, con las luces encendidas, haciendo actividades dentro de casa”, explica Javier Aríztegui, gerente de Transición Energética y Movilidad de Repsol.

Para que todo esto sea posible necesitamos contar con un sistema de gestión de la energía como el que está desarrollando Repsol, que se encarga de coordinar y gestionar todas las necesidades del hogar. Estos sistemas denominados EMS (Energy Management System) están basados en inteligencia artificial y conocen y aprenden cuáles son nuestras costumbres y usos diarios de la energía. “Lo que pueden hacer es ajustar en qué momento, por ejemplo, se encienden los electrodomésticos o en qué momento la batería del vehículo carga de las placas fotovoltaicas o en qué momento la batería suelta energía y se la suministra a algún consumo que tenemos en el hogar. Sabiendo cuáles son nuestras costumbres, permite optimizar la factura eléctrica y minimizar cuánto pagamos y optimizar la huella de carbono para que emitamos lo mínimo posible”, detalla Aríztegui.

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RepsolTania Nieto

Los EMS también son básicos para la segunda posibilidad de uso de las baterías como sistemas de almacenamiento: la devender la energía a la red. Un desarrollo al que se conoce como vehicle-to grid. Esto permitiría liberar la energía almacenada a la red eléctrica en las horas punta. Esta posibilidad cobra sentido cuando cada EMS particular se une a otros EMS en plataformas de agregación. Es decir, que la idea es aglutinar a varios usuarios para que vendan de forma coordinada la electricidad a la red eléctrica. A cambio cada uno recibirá la remuneración que le corresponda por la energía que ha aportado, mientras que los sistemas de control aseguran que los usuarios tienen cubiertas sus necesidades. “Nosotros ya tenemos sistemas EMS y VAM (plataforma de agregación) y estamos haciendo pruebas comerciales con ellos. Ahora mismo, estamos en fase piloto”, matiza Aríztegui.

El futuro que trae esa combinación de autoconsumo y movilidad eléctrica tiene todavía algunos retos por superar, como la expansión de la carga bidireccional o los sistemas EMS, pero es más que prometedor. De momento, las previsiones apuntan en la buena dirección. La consultora Ernest and Young Global en su reciente informe “Power sector accelerating e-mobility” afirma que “a medida que las tecnologías de carga inteligente se hagan más sofisticadas, los participantes de un sistema vehicle-to-grid ayudarán a aumentar la eficiencia, la confiabilidad y estabilidad de la red”.

Si al crecimiento de la movilidad eléctrica (se espera que circulen 130 millones de vehículos eléctricos en 2035 solo en Europa), le sumamos la voluntad de los fabricantes de coches, el desarrollo tecnológico y el compromiso de las empresas energéticas, es más que probable que pronto veamos nuestra serie favorita gracias a nuestro coche, al que previamente habremos cargado con energía solar.

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