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Las joyas ya no solo embellecen, también cuidan del planeta
El compromiso con el medioambiente está cada día más arraigado en nuestra sociedad, en las empresas y en la industria. Buena muestra de ello son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que marca la agenda 2030 y, concretamente para el sector de la joyería, el Responsible Jewellery Council (RJC), es decir, una política de Responsabilidad Social Corporativa específica para esta área que responde a los 17 ODS planteados por la ONU
Esto se debe a que el mundo de la joyería es un sector complejo a nivel medioambiental, ético y social, ya que implica la extracción de metales y minerales en países en vías de desarrollo. Este hecho da lugar a una posible contaminación de minas si no se emplean los procesos adecuados, la utilización de diamantes para financiar conflictos bélicos o explotación y trabajo infantil, entre otras situaciones de injusticia o de abuso de los recursos naturales.
Por este motivo, la joyería mundial ha alzado la voz y ha creado el RJC. Una certificación que garantiza a los consumidores que las joyas y los relojes que están adquiriendo se han fabricado de manera responsable, respetando los derechos humanos y provocando un menor impacto sobre el planeta.
Por otro lado, al tratarse de una certificación que engloba a toda la cadena de suministros, promueve que las empresas responsables, que velan por la sociedad y el planeta y que trabajan de manera conjunta compartiendo una misma visión, no solo generan un impacto muy positivo en el mundo, sino que crean un efecto en cadena, ya que solo las empresas certificadas por el RJC pueden colaborar entre ellas. De esta manera, los estándares establecidos quedan blindados e inalterables impulsando que todos los agentes del sector joyero quieran obtener esta certificación.
España se encuentra entre los primeros 10 países en certificaciones RJC
Actualmente en España, de las 2.400 empresas fabricantes que existen, nueve son miembros del RJC siendo una de ellas SIKNO. Y es que esta marca de fabricantes está reinventando la tradición joyera. Si bien sus procesos combinan la más alta tecnificación con la orfebrería clásica, ahora también incorporan una cadena de producción totalmente sostenible que impacta directamente en todos los ámbitos de la compañía, no solo en la producción y en la trazabilidad de los metales utilizados.
Y es que para conseguir dicha acreditación han tenido que realizar un profundo cambio cultural y de procesos que los ha llevado a un sistema de gestión sostenible que engloba toda la cadena de suministro, es decir, desde que se extrae el metal, piedra o diamante hasta que llega al consumidor.
Para ello, se han analizado sus relaciones comerciales con el fin de asegurar el origen de todas las materias primas con las que trabajan, tanto la marca como sus proveedores, y que todos los procesos productivos cumplan con el estándar indicado. Otro punto importante que se ha fortalecido ha sido la formación de los equipos a todos los niveles.
El resultado final ha sido la elaboración de políticas y procedimientos muy estrictos que se han implantado a todos los niveles de la compañía para tener un control total, tanto interno como externo (proveedores, contratas y clientes) de todos y cada uno de sus procesos en los distintos niveles de la compañía.
Este extenso proceso de cambio viene impulsado tanto por el compromiso social, ético y medioambiental de la marca como por la visión de mejora continua que ha permitido la reinvención de SIKNO. Y es que este cambio cultural de la compañía está totalmente orientado a los ODS y a conseguir la acreditación voluntaria CoC (cadena de custodia) como parte del propio RJC, que consiste en un control exhaustivo de la cadena de suministro de los metales preciosos.
El movimiento slow jewellery es la nueva tendencia en joyería
Este esfuerzo de adaptación y muestra de compromiso ha llevado a SIKNO a convertirse en una empresa fabricante de joyería referente en España y con la mirada puesta en Europa. Y es que para ser proveedor de marcas europeas es imprescindible ser parte de este movimiento sostenible que viene abanderado por la acreditación RJC.
La evolución natural que está viviendo la marca a raíz de todo este proceso de cambio es el de fabricar joyas de gama media-alta, realizadas con metales nobles como el oro, la plata o los diamantes utilizando un proceso productivo que cumple con todos los estándares de sostenibilidad, éticos y sociales que promueve el RJC.
Es decir, la marca está totalmente comprometida con el movimiento slow jewellery que se resumiría así: producir de manera más razonable priorizando la calidad por encima de la cantidad. Ello supone un uso más responsable de los recursos naturales, poder fabricar de manera local, proporcionar empleabilidad de calidad y, finalmente, conseguir un consumidor más satisfecho, tanto por la joya en sí como por la manera en que se ha producido.
Sin duda, una joyería más ética y responsable es posible si todos los que forman parte del sector se unen en este viaje. Desde SIKNO ya han dado el primer paso hacia el cambio y, una vez más, han reinventado la tradición joyera.
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