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Banca

¿Conviene cambiar una hipoteca variable a fija ahora que el euríbor empieza a bajar?

Todo dependerá del perfil del cliente y del tipo fijo que pueda conseguir

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El euríbor tiende a la baja desde octubreJesús G FeriaLa Razón

A finales del año pasado, el Gobierno prorrogó la prohibición de cobrar comisiones a aquellos titulares que quieran convertir su hipoteca variable al tipo fijo para pagar una cuota estable. Es decir, que si se lleva a cabo esta operación en cualquier momento de 2024, el banco no podrá cobrar comisión alguna al cliente, sea cual sea el método usado para formalizarla: un pacto con la propia entidad, un traslado a otra financiera…

Esta modificación, sin embargo, parece menos atractiva que hace unos meses, dado que el euríbor tiende a la baja desde octubre (su último valor es del 3,679%) y eso reduce los tipos variables. Entonces, ¿conviene cambiar de una hipoteca variable a una fija o es mejor mantenerse ligado a este índice? Según el comparador financiero HelpMyCash.com, todo dependerá del perfil del cliente y del tipo fijo que pueda conseguir.

El euríbor baja, pero aún se sitúa por encima del 3,5%

A día de hoy, el euríbor tiende a la baja: cotizó al 4,160% en octubre, al 4,022% en noviembre y al 3,679% en diciembre de 2023. Y las previsiones apuntan, en general, a que el valor de este índice descenderá a medida que transcurran los meses, puesto que se especula con que el Banco Central Europeo reducirá sus tipos de interés en verano de este año.

Sin embargo, es imposible saber cómo se comportará el euríbor a medio y a largo plazo. Desde HelpMyCash recuerdan que su valor ha sufrido importantes vaivenes en los últimos 30 años: superó el 5% en 2008, cotizó por debajo del 0% entre 2016 y 2022, se disparó hace un año y medio y llegó a situarse ligeramente por encima del 4% entre junio y octubre del 2023, antes de volver a descender hace escasos meses.

Por este motivo, los analistas del comparador aconsejan tener en cuenta esta incertidumbre para valorar si sale a cuenta convertir una hipoteca variable en fija. Si el cliente tiene poca tolerancia al riesgo y prefiere pagar siempre lo mismo, el cambio puede ser conveniente. Y si prefiere arriesgarse, quizás es mejor mantenerse con un interés variable. En este segundo caso, eso sí, hay que hacer números para asegurarse de poder pagar las cuotas en caso de que el euríbor suba.

Puede salir a cuenta si se consigue un buen tipo fijo

Ahora bien, si el cliente prefiere tener un interés fijo para ganar en tranquilidad, desde HelpMyCash aconsejan tratar de conseguir el mejor tipo posible para pagar unas cuotas asequibles, además de estables. Lo ideal, afirman los analistas del comparador, es que el nuevo interés fijo sea inferior al 3% o incluso, si es posible, al 2,75%, dado que son precios históricamente reducidos.

En estos momentos, ya hay bancos que ofrecen hipotecas fijas con tipos inferiores al 3%, especialmente si el cliente disfruta de una muy buena situación económica. Es buen momento, por lo tanto, para negociar con las entidades y tratar de conseguir ofertas competitivas para pasarse de un tipo variable a uno fijo.

Si el hipotecado no dispone de tiempo para contactar con los bancos o tiene pocos conocimientos financieros, también puede delegar esta tarea en un bróker hipotecario. Este profesional puede negociar con varias entidades a la vez y conseguir tipos fijos desde el 2,62% con poca vinculación (domiciliar la nómina y contratar un par de seguros).

También se puede pasar a un tipo mixto

Pero ¿qué puede hacer el hipotecado si no encuentra a entidades que ofrezcan tipos fijos por debajo del 3%? En ese caso, puede plantearse la opción de pasar de un interés variable a uno mixto. De este modo, disfrutará de un interés fijo durante varios años (entre cinco y 15, en la mayoría de los casos), que pasará a ser variable una vez transcurrido ese período inicial.

En general, ese interés fijo inicial es más bajo que el de las hipotecas fijas. Según HelpMyCash, si se contrata a un bróker para llevar a cabo este cambio, es posible conseguir un tipo fijo desde el 2,30% durante los primeros diez años y desde euríbor más 0,90% para los siguientes; a cambio de domiciliar la nómina y de contratar los seguros de hogar y vida propuestos por el banco.

Hay que destacar, además, que el banco no puede cobrar comisiones por esta operación si el tipo fijo se aplica durante un período de tres años o más. Ahora bien, antes de llevar a cabo la modificación, el cliente debe valorar que su interés pasará a ser variable al cabo de un tiempo, lo que puede ser beneficioso si el euríbor cotiza bajo para entonces o perjudicial si su valor es elevado.

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