Terremoto en el sector del lujo: Estée Lauder compra Tom Ford por 2.700 millones de euros

El sector del lujo también tiene cabida en los medios de comunicación económicos. Cada vez mueve más dinero y los importantes movimientos de las grandes firmas ocupan su bien ganado espacio. No en vano una de las personas más ricas del planeta, concretamente la tercera tras los inalcanzables Elon Musk y Jeff Bezos es Bernard Arnault, el dueño del mayor conglomerado del lujo en el mundo, la compañía LVMH. Y la mujer que posee una mayor fortuna en el mundo es Francoise Bettencourt Meyers, también francesa y propietaria de L’Oreal.

Por eso tuvo que ser la versión digital de The Wall Street Journal la que informara de la noticia bomba del año en el sector del lujo, la compra de Tom Ford por parte de Estée Lauder por un montante cercano a los 2.700 millones de dólares. Ambas compañías ya protagonizaban sinergias y colaboraciones muy estrechas en los últimos años, pero ahora la absorción se ha convertido en un hecho.

La multinacional del lujo que ahora lidera Ronald Lauder ha adquirido el emporio fundado por el diseñador y director de cine Tom Ford quien, antes de fundar su propia firma, llevó a Gucci a límites insospechados, pasando en diez años de facturar 230 millones hasta llegar a los 3.000.

Estée Lauder planea financiar la compra a través de una combinación de efectivo, deuda y 300 millones de dólares, en la que será la operación de mayor volumen abordada hasta la fecha por la firma de cosméticos. Habrá, además, colaboración de una tercera marca de lujo, la alemana Marcolin, que pondrá los 250 millones restantes para cerrar la venta.

Los responsables de la firma compradora informaron que el actual acuerdo de licencia que mantienen con Tom Ford genera cerca de 1.000 millones de dólares de ingresos para la compañía al año, y que expira en 2030.

En el mercado, este movimiento de absorción se explica por la búsqueda de nuevas vías de crecimiento por parte de las empresas del sector, una vez que sus principales mercados, China y Rusia, han visto disminuida de manera muy importante su relevancia debido a la crisis de abastecimiento y a la invasión de Ucrania.