Comunidad de Madrid

Más venezolanos y menos ecuatorianos en las aulas

Mientras los alumnos de la primera nacionalidad se han multiplicado por cuatro, los de la segunda caen casi un 41 por ciento

La familia Contreras llegó a España hace un año y siete meses de Venezuela por su oposición a Nicolás Maduro
La familia Contreras llegó a España hace un año y siete meses de Venezuela por su oposición a Nicolás MaduroConnie G. SantosConnie G. Santos

El éxodo venezolano se aprecia en las aulas madrileñas hasta el punto de que es una de las nacionalidades con un crecimiento más destacado en los últimos años. Si en el curso académico 2014/15 se matricularon 1.665 alumnos, en 2018/19 ya podemos hablar de 6.501, lo que supone casi multiplicar por cuatro la cifra de escolarizados del país latinoamericano, según los datos que maneja la Consejería de Educación. La cifra no parece que vaya a descender a la vista de que en los últimos meses se han constatado 6.000 solicitantes de asilo en Madrid, el 80 por ciento de los cuales procede de este país, muchos de los cuales son familias enteras que se han visto estos últimos meses abocados a instalarse a las puertas del Samur Social a la espera de una solución de la Administración.

Hace un año y siete meses, Sergio Contreras se vio obligado a salir de Venezuela por su oposición a Nicolás Maduro junto con su mujer y sus dos hijos Andrés y Santiago. Esta es una de las pocas familias venezolanas a las que les han concedido el asilo de refugiados en España y desde entonces, la familia vive en Alcobendas. Santiago es el hijo pequeño del matrimonio. Tiene un año y cinco meses y su escolarización no es sencilla. «Ha sido difícil encontrar una guardería y todavía estamos gestionándolo con el Ayuntamiento», asegura a LA RAZÓN Sergio.

Esta pareja, por su condición de refugiados no posee el capital suficiente para escolarizar al pequeño de la familia en una guardería privada. Es ello por lo que esta familia actualmente se encuentran en trámites para que el Consistorio de Alcobendas les proporcione una ayuda social con el objetivo de poder financiar la guardería del pequeño Santiago.

Sin embargo la situación de Andrés, el hijo mayor de la pareja de 11 años fue completamente diferente. «Nosotros al principio estábamos en el Centro de Acogida a Refugiados (C.A.R) y una vez que nos empadronamos, nos buscaron la disponibilidad de colegios y conseguimos de inmediato que entrara en el centro», relata.

El colegio público en el que se escolarizó es el Parque Cataluña de Alcobendas, que mostró una «excelente disposición para integrarle». Asimismo Sergio explica que en este colegio hay alrededor de veinte niños venezolanos, sin embargo son los niños dominicanos y colombianos los que predominan. No obstante asegura que es en la zona sur, como en San Sebastián de los Reyes o en Alcalá de Henares donde más venezolanos hay.

Madrid es también un foco de atracción para familias de otras nacionalidades que deciden instalarse en la capital. Así, Educación ha constatado un aumento hondureños: 852 (34,5 %); colombianos: 971 (21,8%) y peruanos: 63 (15,7%), lo que da una idea de los cambios en los flujos migratorios. Como también se constata un retroceso importante de otras nacionalidades que años atrás protagonizaron oleadas migratorias muy importantes en España, como es el caso de ecuatorianos, dominicanos y bolivianos, que ahora se ha frenado de manera significativa.

En concreto, en el caso de los estudiantes ecuatorianos, su número sigue una línea descendente. Si en el curso académico 2017/2018 bajó en 1.004 alumnos, el pasado volvió a disminuir en 811. La caída se aprecia más si se observa la evolución de los últimos cuatro años en que se ha pasado de los 16.376 estudiantes procedentes de este país a los 6.682 registrados el año pasado.

Los alumnos dominicanos con 253 (-9,0 %), bolivianos con 329 (-5,1 %) y polacos con 192 (-4,5 %) fueron las otras nacionalidades de alumnos que también descendieron.

Más allá de estos casos puntuales por nacionalidades, en términos globales los colegios e institutos madrileños han visto aumentar su alumnado extranjero en 5.401 estudiantes, un 4 por ciento más, hasta el punto de representar ya el 11% del 1.209.724 alumnos que Educación registró el pasado curso académico. Las nacionalidades más numerosas son los rumanos (20,3%), marroquíes (14%) y chinos (7%).

Además, se da la circunstancia de que el alumnado extranjero representa cerca del 50% de los 7.533 estudiantes matriculados en el periodo extraordinario en Madrid capital. Es decir, se trata de los alumnos que por diferentes motivos no tienen una plaza escolar en el mes de julio y deben recurrir a los Servicios de Atención a la Escolarización, los conocidos como SAE, para obtener colegio o instituto. En concreto, la Comunidad de Madrid existen 71 de estos SAE que se encargan de contactar con los padres o tutores para informarles de los colegios públicos de la zona que aún cuentan con plazas libres y adjudicarles un centro educativo.

La clave

Adaptación de los menores extranjeros en los centros educativos
¿Qué hacen los centros educativos cuando los alumnos recién llegados no conocen el idioma? «El Gobierno regional facilita su integración mediante diferentes Aulas de Enlace, un recurso educativo destinado a alumnos de 3º a 6º de Educación Primaria y de Secundaria y que sirven para acortar el tiempo de integración y la incorporación a su curso correspondiente», explican desde la Consejería de Educación. Y no sólo eso, «los centros educativos también disponen de planes de Acogida, que establecen el protocolo de atención al alumnado de nueva incorporación al centro». Así, está ya establecido quiénes se han de encargar de la acogida al nuevo alumnado, así como de facilitar la información necesaria a las familias (Proyecto Educativo, derechos y deberes, normativa de convivencia, calendario escolar, horarios, servicios, sistemas de ayudas, actividades extraescolares…) con el objetivo de favorecer la adaptación. Asimismo, la Comunidad de Madrid también dispone del Servicio Educativo de Traductores e Intérpretes (SETI), que permite el contacto directo del equipo educativo con aquellas familias que desconocen el idioma. El SETI facilita la traducción de una variedad de documentos relevantes, así como de las entrevistas personales. Los idiomas para los que habitualmente se dispone de traductor e intérprete son los siguientes: albanés, árabe, armenio, bambara, bengalí, bereber, búlgaro, chino, farsi, francés, georgiano, kurdo, macedonio, portugués, polaco, rumano, ruso, somalí, turco, ucraniano, urdu, para los paquistaníes y wolo para los senegaleses.