Coronavirus

«Cerrojazo» a las protestas contra el Gobierno en Madrid

La alcaldesa socialista de Alcorcón clausura la plaza, en Ferraz se corta la carretera y la Guardia Civil blinda el acceso a la casa de Iglesias

«Cacicada», «dictadura», «estafa»... Los vecinos de Alcorcón que salieron ayer a manifestarse contra la gestión del Gobierno del PSOE y Podemos no daban crédito. La plaza Príncipes de España, el punto elegido durante estos últimos días para sus protestas, estaba precintada. La decisión fue tomada durante la tarde y de forma súbita por la alcaldesa de la localidad madrileña, la socialista Natalia de Andrés. «Hemos clausurado la plaza para evitar contagios por Covid-19 ante las aglomeraciones de los últimos días y para proteger a los vecinos y vecinas de Alcorcón», escribía en su perfil de Twitter la edil. De hecho, el concejal de Vox por la localidad, Pedro Moreno Gómez, anunció que demandará a la alcaldesa «por vulneración de los derechos de los vecinos».

La Policía Municipal rodeó la plaza y la precintó minutos antes de las 21:00, la hora señalada para las protestas. Con todo, los manifestantes no se quedaron en casa: más de un centenar de personas se situaron en las inmediaciones de la plaza, en el barrio del Parque de Lisboa, para pedir, una vez más y cacerola en mano, la dimisión del Ejecutivo. Con todo, su presencia se redujo con respecto a ayer: muchos prefirieron mostrar su descontento desde los balcones.

No faltaron a la cita los contramanifestantes, que ondearon banderas republicanas e increparon a los asistentes. Se situaron en una acera, mientras que en la de enfrente estaban los contrarios al Gobierno de Sánchez. Así, al igual que ocurrió el pasado lunes, se vivieron momentos de tensión y de insultos cruzados, donde salieron a relucir desde Franco hasta Maduro.

A última hora, poco antes de las 22:00, un grupo de jóvenes protagonizó una reyerta. Cuatro de ellos llegaron a las manos, pero fueron separados por sus propios amigos.

La sede socialista de la calle Ferraz también fue de nuevo rodeada por centenares de vecinos. Poco antes de las 20:50 horas, la Policía Municipal cortó el tráfico. Los gritos de «libertad» y las banderas españolas, muchas de ellas con crespones negros, volvieron a ser protagonistas durante el tercer día de protestas. Todo ello bajo la atenta mirada de los agentes de la Policía Nacional, dos furgonetas y un helicóptero que sobrevolaba la zona.

Una protesta similar se vivió en la calle López Bozas, en el distrito de Chamartín. Según los asistentes, alrededor de 2.000 personas salieron a la calle.

También se blindó la zona de Galapagar. Concretamente, la calle donde Pablo Iglesias e Irene Montero residen. Efectivos de la Guardia Civil acordonaron la zona. «Vecinos de toda la vida, sin poder circular por sus calles...», denunciaba la agrupación Cacerolada21h en Twitter.