Con 90 años
El drama de Carmen, la anciana de Madrid cuyo piso ha sido ocupado por su cuidadora: “¿Se han metido en mi casa?
Tras permanecer unos días hospitalizada por su delicado estado de salud, se encontró la cerradura cambiada. La “okupa” señala que ha firmado un nuevo contrato con la propietaria
“No entiendo nada, no entiendo nada. No sé cómo se puede tener tanta maldad. O sea, ¿Se han metido en mi casa? ¿Eso es legal? ¿No se puede apelar a nadie?”. Así ha reaccionado Carmen cuando, esta semana, tras ser dada de alta en el hospital tras permanecer un tiempo ingresada se ha encontrado con que no puede entrar en su piso del centro de Madrid. No puede entrar en la que era su casa antes de ir al hospital. La razón, según la versión que defienden ella y su familia, es que ha sido víctima de una ocupación ilegal.
Carmen tiene 90 años y se ha quedado en la calle, según ese mismo relato, después de que la persona que venía ejerciendo la labor de cuidarla y que vivía con ella no le permite ahora volver a entrar. Ingresó en el hospital porque necesitaba oxígeno. Y al regresar a su domicilio encontró la cerradura cambiada. Sus llaves ya no le valían para entrar en casa. Situación de la que, en su entorno, responsabilizan a la cuidadora. Así lo ha reconocido la propia Carmen y algunos familiares a los medios de comunicación.
Desde 1946 en esa vivienda
Carmen vivía de alquiler en este piso de la calle Toledo. Y lo hace desde el año 1946. Y según sospechan en la familia de Carmen la cuidadora que vivía con la anciana habría supuestamente negociado con la propietaria para cambiar las condiciones de su contrato de renta antigua. De hecho, esta es una de las razones que llevan actualmente a la cuidadora a negar la existencia de tal okupación, ya que alega la existencia de un nuevo contrato presuntamente firmado por la anciana.
La familia se ha puesto en contacto con la empresa Desokupa, especializada en lograr que okupas abandonen los inmuebles en los que residen de forma ilegal, para dar con una solución y poder así volver a su piso de la calle Toledo.
Los familiares de la víctima denuncian que a pesar de denunciar los hechos a la Policía no han encontrado solución alguna y la cuidadora se ha hecho con el control del todo el piso, en el que estaría viviendo con su madre. Hace unos meses Carmen habían reformado su casa para pasar más cómodamente los últimos años de su vida. Por su parte, la okupa niega la versión de la anciana y su familia y asegura que es ella la que le alquila el piso a Carmen, quien “se hizo pasar por la propietaria”.
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