Historia

Señales que salen al paso

Leer las aceras de Madrid: de las flechas de Diana a los gatos de Amaniel

Una ciudad para recorrer... y estar atento: desde las marcas de los canteros a las “Stolpersteine” del nazismo pasando por un Km Cero de escala nacional a una historia de amor y flechas

Mensajes ocultos en el suelo de Madrid
Mensajes ocultos en el suelo de MadridCristina BejaranoLa Razón

Hay que mirar al suelo. Eso es fundamental para no caerse. Además, si Usted está en Madrid, esta norma puede tener otros alicientes. La capital está llena de señales, ladrillos, indicadores, marcas y tantas otras cosas más que sin duda harán de su paseo algo instructivo, sentimental o histórico.

Reportaje sobre mensajes ocultos en el suelo de Madrid.Placa del kilómetro 0 en la Puerta del Sol.
Reportaje sobre mensajes ocultos en el suelo de Madrid.Placa del kilómetro 0 en la Puerta del Sol.Cristina BejaranoLa Razón

Comencemos por el principio. Por el kilómetro cero de las carreteras de España. Sí, en la Puerta del Sol. En 1950 se colocó la Placa del Kilómetro Cero frente al edificio de la Casa de Correos, llamada entonces Gobernación. De este modo se indicaba el lugar exacto desde el que se miden las distancias en las seis carreteras nacionales. La Placa del Kilómetro Cero también nos sirve para numerar las calles de la ciudad de Madrid. El número 1 de cualquier vía se encuentra en el extremo más próximo a la Puerta del Sol, y la numeración asciende a medida que se aleja. Siguiendo esta orientación, los números impares están en el lado izquierdo y los pares en el derecho.

Señales del Camino de Santiago en Madrid
Señales del Camino de Santiago en MadridComunidad de Madrid

Y como de lo que hablamos es de andar y mirar al suelo, nada mejor que hacerlo del Camino por antonomasia: el que nos conduce a Santiago de Compostela. El Camino. Su inicio, de Madrid a la capital de Galicia, no está definido oficialmente, pero todos los peregrinos dan por hecho que el arranque debería estar en la Iglesia de Santiago y San Juan Bautista, en la zona de Ópera, justo al lado de la Catedral de la Almudena. Desde ahí el peregrino debería encaminarse hacia Malasaña, donde podría hacer un alto en la Iglesia de Santiago el Mayor, junto al Monasterio de las Comendadoras. En ambos puntos puede pedir la bendición del peregrino y la credencial, la compostela, aunque el primer sello lo podrá obtener más adelante. Por cierto, ahora que hablamos de caminos no debemos olvidar el tan madrileño “camino mendocino” y su paso por tierras de Torrelaguna y Manzanares El Real.

Reportaje sobre mensajes ocultos en el suelo de Madrid.Sol tallado en la calle Alcalá 1.
Reportaje sobre mensajes ocultos en el suelo de Madrid.Sol tallado en la calle Alcalá 1.Cristina BejaranoLa Razón

Pero más cerca de ese Kilómetro Cero del que antes hablábamos, a lo largo de la calle Bravo Murillo, todo madrileño curioso que pase por allí le habrán llamado la atención unas placas metálicas redondas y amarillas dispuestas a lo largo de esta vía, con una concha y un oso que lleva un bordón de peregrino dibujados en su interior. Estos hitos marcan el trazado del Camino de Santiago desde Madrid, un recorrido poco frecuentado por los peregrinos pero que guarda numerosos atractivos.

Hay que explicar que la ruta es muy reciente en el tiempo. Comenzó en 1993 y la puso en marcha un grupo de personas interesados en la ruta jacobea, que querían llegar hasta la capital gallega desde el centro de la península a través de ocho largas etapas para enganchar después con el camino francés a la altura de Sahagún. La organización responsable de marcarla con señales fue la Asociación de Amigos de los Caminos de Santiago de Madrid, que ha ido añadiendo señales amarillas y mojones para indicar a los caminantes la ruta.

Reportaje sobre mensajes ocultos en el suelo de Madrid.Placa de homenaje a judíos en la calle Bravo Murillo 20.
Reportaje sobre mensajes ocultos en el suelo de Madrid.Placa de homenaje a judíos en la calle Bravo Murillo 20.Cristina BejaranoLa Razón

Recuerdo a las víctimas del nazismo

La marcas de las que nos ocupamos ahora no son ni animosas ni culturales. Por buscarles un punto en común con el Camino, comparten el sentimiento y la introspección que provocan uno y otro en lo personal. En las enseñanzas que debemos sacar al contemplarlas. Quizá alguna vez, caminando por Chamberí, Lavapiés o Tetuán, se ha topado con una pequeña placa de bronce incrustada en el suelo, dentro de un bloque de cemento, en recuerdo de españoles represaliados durante la II Guerra Mundial. Tras esta iniciativa, un nombre difícil de pronunciación en castellano: “Proyecto Stolpersteine”, nombre que significa “una piedra en el camino que puede hacer tropezar”.

Ladrillo de la memoria frente a los nazis en Madrid
Ladrillo de la memoria frente a los nazis en MadridAyuntamiento de Madrid

La obra de los canteros

De manera más amable, a los caminantes, en lugares como la plaza de la Cebada también les asaltan otras señales. Como en este caso unas espigas. Un homenaje a la época en que los labradores venían a la capital a vender sus productos. Lo mismo ocurre con el viejo Cine Doré. En el suelo de la acera de la Filmoteca Española, los canteros dibujaron una cámara.

Cámara de cine frente a la sala Doré
Cámara de cine frente a la sala DoréAyuntamiento de Madrid

Los canteros de Madrid llevan durante siglos dejando su firma en sus obras. Durante la Edad Media, estos artistas lo hacían además para poder diferenciar su gremio del resto de profesiones de la época. Una labor que han dejado en iglesias y catedrales. Un trabajo que ha dado nombre, incluso, a plazas, como la del Obradoiro, pues era el lugar en el que trabajaban. Ahora, algunos de ellos, a sueldo del Ayuntamiento de Madrid, han dejado también su marca de manera más reciente pero no menos entusiasta.

Recuerdo de la fuente de los galápagos
Recuerdo de la fuente de los galápagosAyuntamiento de Madrid

De ahí que, como en un recuerdo a las antiguas fuentes, en la esquina de la calle Hortaleza con Santa Brígida han rememorado a una fuente famosa conocida como “de los Galápagos”.

Esta había sido diseñada por Ventura Rodríguez. Para recordar este lugar que sirvió de encuentro para los madrileños durante años, los canteros han dibujado dos bajorrelieves de tortugas justo en el sitio exacto en el que estaba el surtidor.

Otra de las fuentes que han sido inmortalizadas gracias al trabajo de estos artistas ha sido la de Caños del Peral. Este surtidor de agua, situado en la Plaza de Ópera, fue uno de los más importantes de la capital.

"Gato" madrileño
"Gato" madrileñoAyuntamiento de Madrid

Y por aquello bien conocido: que a los madrileños les llaman “gatos”, este mamífero también sale a nuestro paso en las calles de Madrid. En concreto en las inmediaciones de la calle Amaniel. Sorpresas felinas... o religiosas, como la que se puede contemplar camino de Cibeles. Otra losa de granito en este caso cincelada con la Cruz de Calatrava frente a una de las puertas de la Iglesia de las Calatravas, en Alcalá 25.

Cruz de Calatrava en la calle de Alcalá
Cruz de Calatrava en la calle de AlcaláAyuntamiento de Madrid

Diana, en Madrid, no hace honor a su nombre

Reportaje sobre mensajes ocultos en el suelo de Madrid.Flechas en la calle Gran Vía 31.
Reportaje sobre mensajes ocultos en el suelo de Madrid.Flechas en la calle Gran Vía 31.Cristina BejaranoLa Razón

Y por aquello de cerrar en positivo el paseo por los hitos de Madrid (nunca mejor dicho), no podemos dejar de observar las dos flechas del suelo de la Gran Vía. Parece que la diosa falla al lanzar dos de sus dardos, que se quedan clavadas en la acera. El destinatario de esas flechas está bien cerca. En el número 32 de la Gran Vía. Allí está el Ave Fénix, que lleva en su lomo a Endimión, un joven pastor al que Diana visitaba todas las noches tras bajar de la Luna. El romance entre el pastor y su hija Diana no fue del agrado de Zeus que, enfurecido, envió al Ave Fénix para secuestrar a Endimión y ocultarlo de su hija durante toda la eternidad. Mucho tiempo. Demasiado incluso para una diosa. Pero Diana no renuncia a su amor, y lanza al Ave Fénix sus flechas. Es justo ese momento el que queda representado en ese suelo de la Gran Vía. La historia, como tantas de la mitología griega, tiene un giro inesperado. Pero eso bien pudiera ser otra marca en la acera. Otra piedra tallada.

Diana cazadora en la Gran Vía
Diana cazadora en la Gran VíaEfe