La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha señalado este lunes cuál debe ser la posición del PP respecto a eventuales pactos con Vox. En Castilla y León, con motivo de las próximas elecciones del 13 de febrero, pero también a nivel regional y local y, por supuesto, en la arena política nacional. Una hoja de ruta que la presidenta madrileña defiende desde la experiencia que ha acumulado desde 2019 de su interlocución con el partido de Santiago Abascal y Rocío Monasterio: “Yo creo que el Partido Popular, como hemos hecho nosotros en Madrid tiene que aspirar, ambicionar a ser el partido que gobierna en libertad, que tiene un proyecto claro, lo que no quita para que nos entendamos con otras fuerzas, en este caso con Vox”.

Aspirar, por tanto, a gobernar en solitario, por tener un proyecto distinto al de Vox, pero siendo conscientes de que hay intereses compartidos entre ambas formaciones. Una posición que la propia presidenta ya defendió durante una entrevista en LA RAZÓN este mismo mes: “Hay muchas políticas en las que los dos partidos podemos llegar a estar de acuerdo. Entre nosotros hay cuestiones en las que el entendimiento es más fácil, desde luego, que con el resto de los partidos”, aseguró entonces la líder del Ejecutivo madrileño.

La propia Ayuso buscó el pasado 4 de mayo, como Mañueco ahora, una mayoría que la permitiera gobernar en solitario. Lo logró a pesar de que quedarse a las puertas de la mayoría absoluta, lo que no ha sido obstáculo para que, tanto ella como su equipo, reconozcan a Vox en su papel de socio prioritario. Así sucedió la pasada semana, cuando Rocío Monasterio, la portavoz de Vox en la Asamblea de Vallecas, fue la primera en ser recibida por Ayuso en la Puerta del Sol con motivo de la ronda de contactos con los grupos parlamentarios a las puertas del reinicio de la actividad en la cámara regional.

“No me lo han puesto fácil”

Tanto en privado como en público, la presidenta madrileña siempre ha reconocido que, en muchas ocasiones, Vox no se lo ha puesto fácil y, en ocasiones, no se “ha portado bien” con ella. Tanto en el fondo como en las formas. Los reproches de Ayuso a la bancada de Monasterio tienen que ver fundamentalmente con dos cuestiones: no favorecer los debates y situarse en posiciones auto excluyentes. Pese a esas diferencias, Ayuso siempre ha reconocido su espacio a Vox y, muy especialmente, a sus votantes.

Y dentro de ese pensamiento entronca la teoría de los “intereses compartidos” con Vox, en la que la presidenta ha insistido hoy a su paso por Antena 3: “Somos proyectos distintos, le hemos visto esta misma este mismo fin de semana con los líderes, a mí juicio, de extrema derecha invitados a Madrid. Pero sí que es verdad que Vox y el Partido Popular comparten muchas cosas y creo que una muy importante han sido los votantes”. Intereses que, a juicio de la presidenta, convergen además en la mayor urgencia que afronta España en estos momentos: el final de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno: “Tenemos en algunos casos intereses compartidos para el proyecto que necesitamos en España que, sin duda, es un cambio absoluto porque con el actual Gobierno vamos directamente a la ruina de las clases medias, especialmente las más vulnerables”.

Y es que, a juicio de Ayuso, “España cada vez pinta menos en el panorama político internacional”, circunstancia esta que revierte, para mal, en los intereses de nuestro país: “Se está viviendo cada vez peor y además es un gobierno francamente autoritario. Este gobierno ha sido percibido hasta en 1.200 ocasiones por la Ley de Transparencia así que España necesita un cambio y creo que no estamos para buscar entre nosotros estos estas divisiones”.