Ocio
Los puntos «negros» del running en Madrid: Casa de Campo y Madrid Río
Una de cada cuatro mujeres se ha sentido acosada al practicar este deporte. El 96 % toma precauciones. La Castellana, el lugar que aporta más sensación de seguridad
La pandemia ha sacado a más gente a la calle a hacer deporte. De hecho, hay un 16% más de corredores más que en tiempos prepandémicos y entre ellos hay cada vez más mujeres. Pero lo de salir a la calle a hacer running también tiene un componente de género, porque a la hora de practicar esta actividad al aire libre la mujer se tiene que enfrentar a unas dificultades que no afectan tanto a los hombres. Y es que una de cada cuatro que vive en Madrid asegura haber sufrido acoso mientras practicaba este deporte, lo que supone más del doble que los hombres.
Se da la circunstancia, además, de que más de la mitad de estas situaciones indeseables se registraron por la tarde o por la noche, según un estudio de Racc y Zurich presentado ayer sobre la práctica del running en Madrid desde una perspectiva de género, que analiza la percepción de seguridad y las diferencias en hábitos de mujeres y hombres cuando practican esta actividad. Esta circunstancia podría ser un elemento disuasorio para ellas, ya que el 28% se plantea incluso abandonar esta práctica como consecuencia de las situaciones de acoso y agresiones vividas, frente al 12% de los hombres.
En Madrid, han sido encuestados más de un millar de corredores y se ha observado el comportamiento de 17.000 y tanto hombres como mujeres coinciden en la idea de que donde se producen estas situaciones violentas en mayor proporción es en los parques o en los pulmones verdes de la capital madrileña. Es el caso de la Casa de Campo, la ubicación que más inseguridad genera a las mujeres y hombres durante el día. Por no hablar de esta percepción cuando cae la noche. El 83% de las mujeres y el 63% de los hombres aseguran considerarla «muy insegura».
Esta sensación lleva a muchos corredores a tomar medidas, como es el caso de Pilar Giraldo, con residencia próxima a la Casa de Campo. «Considero que vivo en un lugar privilegiado por poder practicar deporte en una zona verde como la Casa de Campo y me encanta salir a correr, pero tomo mis precauciones: solo voy por pista, nunca atravieso árboles, porque siento miedo, y no salgo a practicar este deporte a otra hora que por la mañana porque considero que es más seguro. Además, trato de que sea en fin de semana, porque hay más gente disfrutando de este espacio tan maravilloso que tenemos en Madrid».
Como Pilar Giraldo, la mayoría de las mujeres tienen sus pequeños trucos. De hecho, el 96% lo hace y el 74% de los hombres también. La gran mayoría intenta evitar una ruta que transcurra por zonas mal iluminadas y solitarias y el 65% elige franjas horarias que coinciden con momentos en los que suele haber más gente en la calle. No en vano, el 41% de las mujeres sale a practicar este deporte acompañada, frente al 21% de los hombres.
El parque del Retiro es el segundo sitio seleccionado como el más inseguro entre ellas (63%), mientras que para los hombres lo es Madrid Río (39%).
En el lado opuesto se encuentra el Paseo de la Castellana, considerado el lugar más seguro tanto de día como de noche para practicar este deporte.
Se da la circunstancia, además, de que en la Casa de Campo, tanto de día como de noche las mujeres prefieren salir a correr en grupo; en el Parque del Retiro, el 61%, en comparación con el 39 por ciento que lo hace de día, mientras que en Madrid Río existe una gran diferencia ya que de día, los runners no sienten necesidad de ir acompañados, pero cuando cae la noche más de la mitad de las féminas decide hacerlo con amigos (49%), según el estudio de Racc y Zurich.
Hacer running en grupo
No obstante, hay ido surgiendo muchas plataformas para correr en grupo, aunque no todos los que practican este deporte son conocedores de su existencia. Así, solo el 47% de las mujeres asegura que existen estas plataformas, frente al 44 % de los hombres. Sin embargo, son ellos los que más las utilizan (35% de ellos frente al 32% de ellas). Y es que muchas veces es difícil coincidir en un horario fijo con otras personas. De hecho, el 70% de las madrileñas encuestadas asegura que tiene problemas para compatibilizar su vida laboral y familiar con la práctica de la actividad deportiva. Uno de las debilidades que detecta el estudio es que no todos los runners adoptan medidas de seguridad que serían deseables en ciudad. Solo un 47% utiliza ropa o elementos reflectantes en condiciones en las que hay poca luz. Aunque en esto los hombres están más concienciados que las mujeres. Tampoco todos los runners conocen la normativa de circulación que deben seguir. En este caso, cuando corren por la ciudad, deben circular por los espacios que están destinados a los peatones y seguir toda la señalética, pero uno de cada cuatro no lo sabe. En cuanto a nivel de convivencia con el resto de usuarios de la vía, el patinete es el medio de desplazamiento que despierta más inseguridad a los corredores. El 62% sienten que generan riesgo de accidente y los peatones los que menos. Sea como fuere, un 16% de los runners declara que no corría antes de la Covid-19 y uno de cada cuatro lo hace ahora más que antes.
✕
Accede a tu cuenta para comentar