El Edificio Metrópolis de Madrid tendrá esta azotea y será accesible al público por primera vez

Es, sin ninguna duda, uno de los edificios más admirados de la capital. El Metrópolis, en el número 39 de la calle Alcalá, constituye una de las fotografías imprescindibles para cualquier turista que visita Madrid. Desde sus aceras más próximas, desde la lejanía de Cibeles o desde la azotea del Círculo de Bellas Artes, con su cúpula fundida con los tejados del centro. Pronto estrenará nueva vida como hotel con zona de restauración. Será posible gracias al cambio de uso, que pasará, de manera integral, de terciario a hotelero. Según lo acordado, junto al uso hospedaje se permitirían otros usos complementarios asociados al principal, como el uso complementario recreativo que se podría implantar en las plantas bajas, aunque ello debería definirse en la futura licencia urbanística. El inmueble contará con varios restaurantes del Grupo Paraguas, propietario de, entre otros, de Ten con Ten, Ultramarinos Quintín, Amazónico y The Jungle Jazz Club, Numa Pompilio. A partir de la planta segunda se combinarán las habitaciones (tercera y cuarta) con salones y espacios complementarios para el hotel, como un gimnasio en la planta quinta. Los cambios supondrán su adaptación a la normativa vigente al tiempo que se pone en valor el propio edificio, su arquitectura y entorno, al estar situado en un enclave muy singular.

Cuatro «blindajes»

Hay que tener en cuenta que en lo que concierne a la protección del edificio, está incluido en el ámbito del Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico «Recinto de la Villa de Madrid»; el ámbito del Bien de Interés Cultural en la categoría de Zona de Protección Arqueológica «Recinto Histórico de Madrid»; en el entorno de protección del Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento «Iglesia de San José»; y en el Entorno de protección del Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento «Antiguo Banco Mercantil e Industrial».

Tras cien años de historia del edificio, por primera vez se permitirá que el público en general pueda acceder a su interior: «Los bajos comerciales, ahora muy distorsionados con sus cierres metálicos y escaparates, recuperaran su geometría y materiales originales», se subraya en el expediente urbanístico sobre la reforma. Y tendrá como gran atractivo su nueva terraza transitable que «permitirá a los ciudadanos disfrutar de una de las mejores vistas de Madrid». De hecho, en el expediente urbanístico se contempla entre las obras el acondicionamiento del interior de la cúpula para uso asociado de recreativo asociado al uso terciario hospedaje. Asimismo, se procederá a la instalación de vegetación y nuevos petos de vidrio en la azotea.

Entre las obras aprobadas por la Junta de Gobierno de la ciudad de Madrid se incluye la construcción de una nueva escalera para adecuación normativa contra incendios para evacuación de plantas y azotea; la demolición de ascensores y escaleras existentes para ejecución de nuevos ascensores accesibles que comuniquen todas las plantas del edificio; en la planta primera la apertura de huecos en muro sobre vestíbulo principal de la calle Alcalá y la modificación de entrada al patio central cubierto así como la rehabilitación de la escalera imperial.

Un destino en sí mismo

Los cambios pretenden devolver el edificio a su espíritu original en la medida en la que, «a pesar de su aspecto singular, el edificio ha sufrido a lo largo de su historia la adaptación a diferentes usos que han distorsionado su arquitectura». Los redactores del proyecto insisten en este sentido que la implantación del uso hotelero permitirá que todo el edificio se active de manera homogénea mejorando su funcionalidad, se salvaguarde el patrimonio edificado, se incremente la actividad económica del centro histórico de Madrid y mejore la oferta turística y de servicios. «El nuevo uso del edificio supondrá el impulso a una intervención urbana de alcance estratégico, en un enclave emblemático en la confluencia de dos de las calles más importantes de la ciudad, en pleno centro histórico de Madrid. El edificio busca convertirse en un destino en sí mismo, una intervención que revitalizará su ubicación estratégica el centro de la ciudad». A su vez, desde el Ayuntamiento de la capital destacan que «esta rehabilitación a través del Plan Especial, que permitirá obras de conservación, consolidación, restauración, acondicionamiento y reestructuración».