Elecciones

Alfredo Alvar, elegido presidente del Casino de Madrid

El profesor de investigación del CSIC se ha impuesto a su adversario por 463 votos a favor

Alfredo Alvar, nuevo presidente del Casino de Madrid
Alfredo Alvar, nuevo presidente del Casino de MadridAlberto R. RoldánLa Razón

Alfredo Alvar se ha convertido en el nuevo presidente del Casino de Madrid en sustitución de Rafael Orbe Corsini, tras ganar las elecciones y obtener una holgada victoria frente a Jorge Segrelles, el candidato de Orbe Corsini. En las elecciones han participado 804 personas, de las cuales 463 han votado a favor de Alvar y 351 han apoyado a Segrelles.

Alvar es profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) además de Académico de la Real Academia de la Historia y miembro del Casino desde 2001. Contará en su labor al frente de la dirección del Casino con el abogado Marcos Arbeloa Losada, Esther Sáez-Benito, secretaria judicial ya jubilada, José Manuel González Moreno, ex directivo de Bankia e Ignacio Ruiz, catedrático de la Universidad de Alcalá.

El Casino es una de las instituciones de mayor prestigio cultural a nivel nacional desde su creación en 1836. Hoy, con algo menos de 1800 socios, de todas las profesiones, géneros y formación sigue representando un auténtico crisol de la sociedad madrileña. Alvar toma el relevo de la presidencia después de un período convulso debido a la gestión de la actual junta directiva, que convocó elecciones anticipadas.

Tertulias de calidad

En el Casino se celebran tertulias de todo tipo de primera calidad, desde musicales a literarias o foros de opinión. Hay una vida social activa que el nuevo presidente pretende que se potencien aún más. Además, pretende modernizar los estatutos de tal manera que hubiera más. «La dirección está para servir a los socios y éstos para cooperar en la gestión de la institución. Se necesita, además, la redacción de un código ético de gestión de la institución, como se ha hecho en otras muchas. Esto es importante porque a muchos nos preocupa que este edificio se convierta en la sede de empresas privadas. Lo que queremos es que este edificio siga siendo para uso y disfrute de los socios», explicó a LA RAZÓN.