La enorme rosa de los vientos que adornará la Puerta del Sol de Madrid

Las obras de la nueva Puerta del Sol, que comenzaron en marzo, se prevé que estén acabadas en un año, en la primavera de 2023. El Consistorio apuntó en su momento que, con una inversión de 10,7 millones de euros, el objetivo del Ayuntamiento es ofrecer un “espacio más ordenado, equilibrado y definitivamente peatonal”.

Con todo, muchos madrileños y visitantes contienen la respiración hasta ver el resultado final de la intervención urbanística. Cómo resultan, a ojos del ciudadano, todos estos cambios.

Y es que la nueva Puerta del Sol definitiva convierte a la plaza en una amplia y diáfana superficie, con guiños al diseño que tenía en siglo XIX, así como al “cielo de Madrid”. En la ecuación sin embargo no se encuentran espacios con vegetación, o al menos no se materializan en los bocetos y simulaciones del proyecto.

Así, estará formada por un amplio espacio central que irá bordeado en su lado norte por una línea de bancos que además estará dividida en tres partes. Y las estatuas de la Mariblanca y la del Oso y el Madroño lucirán en dos extremos de la plaza la primera en el de la calle Arenal y la segunda en el de la calle Alcalá.

Uno de los principales cambios vienen de la mano de laeliminación de La Ballena, que pasará a ser una estructura circular también acristalada pero completamente transparente que “no impedirá la visión total del espacio”.

Y el otro lo protagoniza la estatua ecuestre de Carlos III, que dominará en el centro de la única fuente oval que se dispondrá en la plaza, y que a su vez hará las veces de epicentro de la Puerta del Sol. Así, las dos fuentes gemelas que ahora se disponen en este emplazamiento pasarán a mejor vida.

Toda la plaza será de granito en diferentes formatos y tonalidades según en lugar y los adoquines pasarán a estar formados por losas de espesor suficiente para minimizar la degradación y los efectos del paso del tiempo.

En cuanto al guiño al cielo de Madrid, éste se hará patente en los puntos de luz que irán dispuestos de forma irregular imitando el firmamento nocturno estrellado.

Además, en toda la zona central se colocarán unos insertos en latón, simulando los rayos del sol. Y la placa del kilómetro cero irá decorada con losas como si de una rosa de los vientos se tratara. De esta forma, la Puerta del Sol tendrá un nuevo símbolo que además será visible desde el cielo.

¿Cuándo se puso la primera placa del Kilómetro Cero en Madrid?

La primera placa se colocó allá por 1950, y la que ahora vemos es del 2009. Como dato curioso, al poco de cambiar de milenio se llevaron a cabo unas obras y la placa del Kilómetro Cero terminó, ¡del revés! La Puerta del Sol coincide con los puntos cardinales, y de pronto el mapa de España de la placa apuntaba al sur geográfico real, el sur era el norte, y el oeste y el este estaban intercambiados. La confusión terminó en febrero de 2002 cuando ya se puso en la posición correcta.