En campaña
Vox rompe con Ayuso y amaga con no apoyar los Presupuestos “porque humilla a nuestros votantes”
Monasterio promete que no será un obstáculo para el Gobierno, pero “hemos sido generosos todo este tiempo”. No da credibilidad al anuncio de la presidenta regional de eliminar la autodeterminación de género en la Ley Trans
Varias legislaturas apoyando los Presupuestos de Isabel Díaz Ayuso y, en un año electoral como será 2023, Vox ha decidido marcar distancias y no ir de la mano del Gobierno de la presidenta regional. Su forma de hacerlo ha sido poniendo sobre aviso de que no va a apoyar las Cuentas para el próximo año de forma explícita y la fórmula que baraja es la de la abstención.
Votar en contra de las Cuentas del año que viene situaría a Vox al lado de la izquierda, algo que no entenderían sus votantes, pero optar por la abstención permitiría que los Presupuestos pudieran tramitarse. Y ese esa parece que es la senda que tiene pensado escoger, si la situación no cambia en la negociación presupuestaria.
«Vox ha sido generoso todo este tiempo y hemos apoyado 19 leyes del Gobierno. Esto ha sido una acto de generosidad, pero hemos presentado una serie de propuestas al Gobierno y se nos ha respondido con otras que no son aceptables para Vox y que suponen una humillación para los votantes de Vox», detalló la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio.
Monasterio dejó claro que no será un obstáculo para que el Gobierno pueda avanzar y tratará de colaborar para evitar que la izquierda avance pero «no podemos poner nuestra firma en un papel que humilla a los votantes de Vox y que creemos que no defiende los intereses de los madrileños».
De momento, permitió que el Presupuesto de la Comunidad continúe tramitándose al no apoyar, al igual que hizo el PP, las enmiendas de totalidad de Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos, pero la votación definitiva del Presupuesto esta prevista para los días 21 y 22 de diciembre. «Vox está aquí para frenar a la izquierda, pero también para frenar leyes ruinosas», puntualizó Rocío Monasterio.
Sin embargo a la par se quejó de que «la respuesta del Gobierno en la negociación presupuestaria ha sido no incluir ninguna de nuestras propuestas como la bajada de impuestos, la subida de salarios para los médicos, la derogación de la ley trans o más ayudas para los autónomos».
Tampoco hizo el menor aprecio al anuncio que hizo la presidenta regional durante el pleno de la Asamblea de eliminar el concepto de autodeterminación de la ley trans porque «eso ya nos lo prometió hace dos años y no lo ha hecho. No ha dicho nada nuevo». Su idea ahora es registrar en la Asamblea de Madrid 87 enmiendas con todas sus propuestas, 25 de las cuales considera que son «muy importantes». Aunque aún hay margen para el acuerdo, lo cierto es que, PP y Vox llevan negociando las Cuentas para el próximo año cerca de dos meses y aún las posturas se encuentran muy alejadas. «Desgraciadamente las posturas aún no están todavía cercanas», admitió el consejero de Economía y Hacienda, Javier Fernández Lasquetty.
La izquierda, por su parte, no ocultó su rechazo a los Presupuestos. Alejandra Jacinto (Podemos) lamentó que con el proyecto presentado «crece la desigualdad, la pobreza y lo que presentan no es un proyecto de región, sino un plan de negocio para los suyos».
Juan Lobato (PSOE) dibujó las Cuentas de un «gobierno sin rumbo» y presentó unos presupuestos alternativos con 700 enmiendas a las cuentas de Ayuso.
Por último, Mónica García, la portavoz de Más Madrid, los calificó de «chapuza ibérica». Registró 1.925 enmiendas que valoró en 883 millones de euros con los que pretende «dar una vuelco a la política y al Gobierno de la Comunidad de Madrid”.
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