Patrimonio
Así lucen los desconocidos frescos del Oratorio de la Casa de la Villa
En total, se han programado 162 visitas guiadas entre el 10 de mayo y el 6 de julio, con 4.050 plazas disponibles para ver esta joya del Barroco
Un tesoro artístico desconocido por muchos madrileños. Ahora, lo será un poco menos. La vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, acompañada de la delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz, ha presentado hoy en el Oratorio de la Casa de la Villa el resultado de los trabajos de restauración de sus pinturas murales. Esta intervención, promovida por la Dirección General de Patrimonio Cultural y Paisaje Urbano del Ayuntamiento, ha contado con una inversión de 241.000 euros y un plazo de ejecución de nueve meses. Con ella, culmina un proyecto destinado a preservar uno de los conjuntos pictóricos más singulares del patrimonio municipal, obra del maestro Antonio Palomino, realizado en 1696.
Los trabajos han permitido recuperar los valores materiales y artísticos de uno de los conjuntos pictóricos barrocos más singulares del patrimonio municipal, cuya conservación se encontraba comprometida por factores ambientales y alteraciones provocadas por intervenciones anteriores.
Una restauración integral y respetuosa
El origen de la intervención se encuentra en el estado de conservación de parte de la decoración mural, especialmente en la zona afectada por una filtración desde los espacios superiores que dañó gravemente la representación de Santa María de la Cabeza. A ello se sumaban los estratos de repintes, pátinas y protecciones de anteriores intervenciones que oscurecían y distorsionaban la obra original.
Desde el siglo XVIII, el Oratorio ha sido objeto de diversas intervenciones realizadas por pintores y decoradores que, en muchos casos, carecieron de conocimiento técnico para actuar sobre una pintura mural al fresco de tal complejidad. La apertura de nuevas puertas, el uso de lienzos añadidos y las redecoraciones de baja calidad, provocaron la pérdida parcial de la iconografía y de los materiales originales.
La intervención, cuyo proyecto fue redactado por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (Ministerio de Cultura) a petición del Ayuntamiento de Madrid, ha incluido la limpieza de la superficie pictórica, la consolidación estructural del soporte mural, la sujeción de capas desprendidas, la eliminación de sales, la reintegración de morteros y la recuperación cromática de las escenas deterioradas.
Finalizados los trabajos de restauración, el Oratorio presenta un aspecto renovado, más próximo al concebido por Palomino, con un cromatismo equilibrado y luminoso. Las escenas han recuperado su legibilidad original, incluso aquellas que habían sido severamente dañadas, y las zonas perdidas se han tratado con la máxima cautela.
Jornadas de puertas abiertas
Con motivo de la finalización de los trabajos de restauración, el Área de Cultura, Turismo y Deporte ha organizado unas jornadas de puertas abiertas al Oratorio de la Casa de la Villa que permitirán a la ciudadanía conocer de primera mano esta intervención y redescubrir uno de los espacios patrimoniales más singulares del centro histórico de la ciudad.
En total, se han programado 162 visitas guiadas entre el 10 de mayo y el 6 de julio, con 4.050 plazas disponibles. Las visitas, de carácter gratuito y para las que es necesario inscripción previa, tendrán lugar los sábados y domingos, en horario ininterrumpido de 10:00 a 19:00 horas, en grupos de 25 personas y con una duración aproximada de 45 minutos. Las reservas pueden realizarse a través de la web reservaspatrimonio.es.
La Casa de la Villa
La Casa de la Villa fue un encargo de Felipe IV en 1629 para albergar las reuniones del Concejo al entonces maestro mayor de Obras Reales y maestro mayor de la Villa de Madrid, Juan Gómez de Mora. Aunque las obras comienzan en 1644, se van dilatando por problemas económicos e intervienen varios arquitectos hasta su remate en 1696, siendo Teodoro Ardemans el encargado de concluirlas: diseñó las portadas barrocas, ideó la capilla, configuró el patio, la escalera de honor y remató las torres angulares.
En el interior del inmueble, destacan el Patio de Cristales, el Salón de Sesiones y el pequeño Oratorio creado bajo la antigua Torre del Reloj, rematada por chapiteles, para oficiar ceremonias religiosas y custodiar las reliquias de Santa María de la Cabeza, esposa de San Isidro, patrón de la villa, que aún no había sido elevada a los altares.
En 1696, por encargo de los munícipes de la villa, Antonio de Palomino desarrolló para el Oratorio un programa pictórico centrado en el misterio de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, combinado con una serie de alusiones a la Monarquía y a la Villa de Madrid, a través de pasajes de la vida de Santa María de la Cabeza y San Isidro Labrador, y otros asuntos sagrados entre elementos decorativos.
Las fuentes estilísticas y pictóricas de Palomino fueron, por un lado, las enseñanzas de Claudio Coello en las obras realizadas para el Alcázar de Madrid; por otro, el influjo del napolitano Luca Giordano, que había llegado a España llamado por Carlos II para decorar las bóvedas del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, lo que permitió al cordobés completar su formación de fresquista junto a Coello, dando muestra de ello al utilizar la técnica del fresco en las pinturas del Oratorio.