Política
Ayuso admite que “me gusta la fruta” y se mofa de García: “Me dijo mongola y entendí me mola”
Lobato exige sin éxito a la presidenta madrileña que retire sus insultos contra Pedro Sánchez porque “fue algo indigno”
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha lamentado en la sesión de control al Gobierno de la Asamblea de Madrid que “ni siquiera pueda hablar para mí misma”, en relación a las palabras que se adivinó que salían de sus labios desde la tribuna de invitados del Congreso en las que parecía que llamaba “hijo de puta” al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando la acusaba de “corrupción” en el debate de investidura. Desde el equipo de Ayuso se ironizó con que realmente lo que había dicho la presidenta es que “me gusta la fruta”, para admitir después el insulto porque “es lo menos que se merece”. Hoy, en la Cámara madrileña se ha reafirmado públicamente en lo que dijo para sus adentros.
“El presidente del Gobierno, con todo el abuso de poder, utilizó la tribuna de oradores en la casa de la soberanía nacional y aprovechó para difamarme a mí y a mi familia. A lo mejor ustedes, que ya tragan con todo, harían otra cosa, pero para mis adentros, sí, lo dije: me gusta la fruta. Si en una tribuna de oradores aprovecho e insulto a su familia lo mínimo es que usted diga por abajo: me gusta la fruta”, se justificó.
Dicho esto, Ayuso hizo una relación de insultos que ha recibido en la Cámara que, si bien no se han realizado a micrófono abierto, sí se han podido apreciar que los responsable políticos las hacían para sí mismos en situaciones similares a las que vivió ayer Ayuso. “La señora García hace poco dijo 'mongola' y yo no dije nada porque entendí que decía 'me mola'; el señor Padilla hace poco dijo 'facha' y yo entendí: 'qué pacha'”, refirió con sorna.
El portavoz del PSOE en la Cámara, Juan Lobato, había reprochado previamente a la presidenta madrileña el insulto al presidente del Gobierno: “fue algo indigno”, lamentó. Acto seguido le exigió que pidiera perdón a Sánchez porque es “lo mínimamente digno que podría hacer en el día de hoy”. De hecho, no quiso entrar en preguntas de ningún tipo a la presidenta con el único objetivo de centrar el asunto en esta cuestión. Acto seguido lanzó una advertencia a Ayuso: “Se está pasando tres pueblos. No hay mucho camino entre mentar a la madre de alguien e incentivar a que haya agresiones físicas” para rematar su intervención dando el recado a Ayuso de que “vamos a dar la cara para echarla a usted y a sus insultos (…) Ni España se rompe ni está en riesgo la democracia (…) Si quiere sustituir a Feijóo, vaya de cara”, sentenció.
Especialmente tensa y provocadora fue la intervención de la portavoz de Más Madrid, Mónica García, que volvió a sacar a relucir el asunto del hermano de Ayuso sobre la compra de mascarillas. “Fue usted la que le dio una mordida y, ahora, insúlteme (…)”, dijo desafiante. “Les gusta mucho meter la mano en la caja de los madrileños (…) No nos van a amedrantar. Échese a un lado”, remachó. La afirmación motivó que el presidente de la Cámara, Enrique Ossorio, le pidiera expresamente a García que retirara sus palabras, cosa que no hizo, por lo que motivó que la llamara al orden en medio de voces de “dictador” dirigidas a Ossorio desde la bancada de Más Madrid.
La portavoz de Vox, Rocío Monasterio, tendió la mano a Ayuso para ir juntas en su lucha contra Pedro Sánchez. "Le pido que aparque sus diferencias con Vox y se hagamos un frente contra Sánchez”, dijo sin que recibiera repuesta alguna de la presidenta madrileña sobre la oferta. “España vive un día negro, se está dando un golpe de estado por la traición del PSOE (…) Han conseguido abrir España en canal”, sentenció.
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