La semana

Ayuso convierte a Madrid en el dique de contención de las políticas fiscales de Sánchez

Tras conocer las cesiones a Cataluña, su contraofensiva pasa por que ni un solo euro de tributo vaya al Gobierno

MADRID.-AMP.- Ayuso censura "cheque en blanco" al independentismo y exige a PSOE "reaccionar antes de que no haya vuelta atrás"
Ayuso censura "cheque en blanco" al independentismo Europa Press

Madrid recaudará directamente el impuesto a las grandes fortunas. Tras el recurso presentado por el Ejecutivo regional, el Tribunal Constitucional ha avalado el gravamen a los ricos aprobado por el Gobierno. Isabel Díaz Ayuso lo aplicará revirtiendo su recaudación en nuevas bajadas de impuestos. La presidenta de la Comunidad ha vuelto a hacer de Madrid el dique de contención de las políticas de Pedro Sánchez. La contraofensiva de la popular pasa por impedir que un solo euro de la recaudación del tributo vaya a las arcas del Gobierno, máxime después de conocer las cesiones del PSOE al independentismo catalán.

La Comunidad de Madrid presentó un recurso contra el impuesto temporal de solidaridad de grandes fortunas al considerar que invadía sus competencias. Además, entendió que sus residentes con un patrimonio superior a tres millones de euros tendrían que pagar un nuevo tributo estatal y Madrid perdería su atractivo fiscal para captar riqueza. El aval del Constitucional a Moncloa ha provocado otro cambio de guion en Sol. Al ser un impuesto estatal, sin intención de cederlo a las autonomías, la popular ha decidido mantener la recaudación en Madrid y dedicarla a rebajar la presión fiscal a los madrileños, la menor de toda España.

El punto de partida será una proposición de ley anunciada esta semana. Los censados en Madrid con patrimonios superiores a tres millones de euros pagarán a la Comunidad y no al Estado, según los planes de la dirigente, que presentó el texto nada más conocer la decisión del Tribunal. «No vamos a quedarnos parados», advirtió tras conocer el fallo, en la semana en la que terminó el teatrillo socialista sobre la amnistía y se revelaron las cesiones a Puigdemont. A Ayuso le sorprende que a «algunas comunidades autónomas le den tanta independencia para hacer lo que les de la gana» y que «Madrid no pueda hacer lo suyo con su propia fiscalidad». La posición es taponar el flujo de la recaudación de Sol a Moncloa ya que será utilizado para «pagar» la investidura de Pedro Sánchez y «regar de dinero a quienes se la facilitan», aseguran en el Gabinete de la presidenta, en clara alusión a las «prebendas» al independentismo.

La penúltima contraofensiva de Ayuso a Sánchez se produce para defender a la región de la presión impositiva del Gobierno y del «socavamiento» al actual sistema de financiación autonómica que supone el compromiso de PSOE y Junts. Ambos negociarán la cesión a Cataluña del cien por cien de la recaudación de los impuestos, abriendo la puerta a un «cupo catalán» como en País Vasco y Navarra. La medida supondría un trato discriminatorio con otras comunidades como Madrid y rompería «el principio de igualdad entre todos los españoles recogido en el artículo 14 de la Constitución», como han expresado los inspectores de Hacienda, un Cuerpo que tradicionalmente se mantiene al margen de confrontaciones políticas. En un comunicado hecho público esta semana, muestran su rechazo «frontal y absoluto» a los acuerdos derivados del pacto para la investidura de Pedro Sánchez y creen que esta situación conlleva «implícitamente abusos de poder y de las instituciones del Estado».

Desde 2008, Madrid tiene exento el impuesto de Patrimonio y las reducciones tributarias han sido señas de identidad del PP en Madrid. Para 2024, los Presupuestos de la Comunidad incluyen una bajada de más de 260 millones a los contribuyentes, según refleja el proyecto de Ley presentado en la Cámara madrileña. La mayor reducción de impuestos procederá de una nueva deflactación del IRPF, la segunda que aplica el Gobierno de Ayuso. También entrarán en vigor deducciones impositivas para nuevos inversores extranjeros y para quienes adquieran o rehabiliten una casa en municipios despoblados.

La semana de mayor tensión en las calles a cuenta de las entregas de Sánchez a los independentistas, Ayuso condena los actos violentos y avisa sobre una nueva legislatura de confrontación. Esta vez, la batalla de todas las batallas contra el «sanchismo». El jueves, tras el anuncio del pacto entre PSOE y Junts, aseguró que se temían el anuncio de una amnistía pero que se han encontrado «con algo mucho peor», ya que los socialistas han firmado «un cheque en blanco». En su declaración institucional, criticó que no haya «una sola coma del credo independentista que no se asuma» y que «todos los puntos del acuerdo son tan graves como la amnistía».

La amnistía, el centro de los debates en la Asamblea de Madrid desde el inicio del curso político, ha derivado esta semana en la madre de todas las confrontaciones. Con la investidura de Sánchez a las puertas después de garantizarse los siete votos que le faltaban, la presidenta ha marcado la línea a seguir, que en «ayusismo» se traduce en «No te lo voy a consentir, Pedro».