Curso político
Ayuso refuerza su oposición a Sánchez y lanza las leyes aparcadas por Vox
Sin Podemos ya en la Asamblea madrileña, el curso arranca con la lucha por el posicionamiento de la izquierda, sus acuerdos con Sumar y con Vox mermado
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha entrado de lleno en el curso político. Tras el apacible verano que le ha otorgado la mayoría absoluta, Isabel Díaz Ayuso ha regresado con fuerza. Sin defraudar a los suyos, abrió la caja de los truenos esta semana al arremeter contra el presidente en funciones, Pedro Sánchez, y los independentistas. El azote al sanchismo regresó y la izquierda reapareció aprovechando la estela de la popular. Ironizaba Ayuso sobre el eco del caso Rubiales que ha ocupado los medios internacionales mientras las consecuencias de la Ley del Sí es Sí apenas han tenido repercusión. Más de un millar de violadores y agresores beneficiados y ni una sola manifestación en las calles, «una manipulación total», dijo.
A las puertas de la reunión de Feijóo con Sánchez, calentó motores: «Qué interesante que la prensa internacional se ocupe del impresentable comportamiento de Rubiales pero nadie denuncie el boicot a la Vuelta Ciclista por parte de los independentistas, los que negocian con Sánchez», manifestó en sus redes sociales para gran irritación de la izquierda. La todavía ministra Irene Montero sentenció: «Si fuese por Ayuso, las mujeres no podríamos votar o abrir una cuenta corriente porque era «lo normal» y «lo normal» no se cambia. Existiría el derecho de pernada y los crímenes de honor». El comentario de la titular de Igualdad no le sirvió para contener las críticas a su Ley o evitar el número de asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o ex parejas este verano.
La líder de Más Madrid, Mónica García, y el socialista, Juan Lobato, tuvieron su momento de gloria en la vuelta a la actividad política. Ambos intentaron ganar foco con su reacción a las palabras de la presidenta. «Falta de sensibilidad y empatía» con la jugadora Jenni Hermoso fue la crítica del socialista, que se estrena este curso en su triple condición de portavoz en el hemiciclo, secretario del PSOE madrileño y senador. La acumulación de cargos no fue bien acogida en algunos sectores del PSOE, que ven más que una ventaja para lograr visibilidad, una merma de tiempo en su labor de oposición al PP.
El ataque a Sánchez fue respondido también por Mónica García. «Es mezclar churras con merinas», dijo desde sus redes sociales, avanzando el placaje con el que continuará este curso. La formación de Iñigo Errejón en la región logró ser líder de la oposición en las autonómicas del 28-M que otorgaron al PP la absolutísima. Sin Podemos ya en la Asamblea madrileña, el curso arranca con la lucha por el posicionamiento de la izquierda, sus acuerdos con Sumar y con Vox mermado.
Las cuitas internas en el partido de Abascal amenazan con convertirse en el argumentario del arco parlamentario. El PP ya no necesita de sus votos para sacar adelante iniciativas a su medida, incluso las propuestas por Rocío Monasterio como la derogación de la Ley Trans.
La presidenta se comprometió a eliminar la actual legislación y dotar de mayor seguridad jurídica la norma regional en contraposición a la de Irene Montero. Será en el primer periodo de sesiones cuando se tramite el proyecto, ya con la mayoría popular en el hemiciclo de Vallecas. Asimismo, salvará la tramitación de los Presupuestos, paralizados por la negativa de sus entonces aliados.
Deducciones fiscales
Vox también votó en contra de permitir deducciones fiscales a empresas extranjeras que se instalaran en Madrid por entender que habría que priorizar los negocios nacionales, una de las medidas estrella de los populares para atraer inversión en la región.
Frente a los ataques del Gobierno al sector empresarial, Madrid quiere avanzar en la pujanza de la región favoreciendo la creación de empresas y las rebajas impositivas. Resistir a lo que llaman «hostigamiento» del Ejecutivo a la Comunidad, marcará la hoja de ruta de los populares en el inicio del periodo de sesiones, que se prevé intenso en la bancada de la izquierda.
Mónica García ya ha avanzado que va a dar la batalla contra el «rodillo» del PP después de quedarse sin protagonismo en las comisiones parlamentarias que los votos azules otorgaron a PSOE y Vox. Los de Ayuso dejaron fuera a Más Madrid pese a que tradicionalmente el primer partido de la oposición obtiene la presidencia de comisión.
La estrategia bronca del partido de Errejón y las protestas en torno a la sanidad madrileña marcaron el pasado periodo en la Asamblea, mientras los socialistas madrileños mantuvieron cierta distancia con los «ataques» que desde Moncloa se quisieron aplicar a la región.
La presidenta del PP advirtió durante la campaña de las pasadas generales. «Seguiremos danto la batalla si pretenden alimentar un falso odio a Madrid para justificar sus pactos con los nacionalistas», animando la movilización entre los suyos.
Esta semana lo ha repetido después de que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, anunciara su propuesta para la investidura y se la presentara sin éxito a Pedro Sánchez. En la apertura del curso político y junto al líder de los populares, amplificó su discurso nacional y aseguró que Madrid seguirá dando la batalla contra las políticas que todo lo «criminalizan». Y ello, pese a que «nos han intentado callar muchas veces» porque «Madrid está para España».
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