Historia

Los castillos "sajones" de Alcorcón

Un espacio de lujo, frecuentado por reyes, que acabó atrapado por el desarrollismo, y ahora es todo un símbolo

Castillos "sajones" de San José de Valderas
Castillos "sajones" de San José de ValderasBNE

Más pareciera que el emplazamiento de estas construcciones debería estar en la Selva Negra, o en algún lugar de Inglaterra... o incluso formando parte de las edificaciones sajonas que adornan numerosos pueblos y ciudades de Rumanía, donde habitan aún representantes de esta minoría. Pero no. Están aquí al lado. En Alcorcón. En concreto en el barrio de San José de Valderas, una de aquellas ciudades que tuvieron el sobrenombre de «ciudades satélites». Cosas del desarrollismo español.

Aquello fue cosa del pasado, como también ya forma parte de ese momento pretérito cuando se construyó este parque de los Castillos del barrio de San José de Valderas, allá por el 1991. Una manera de dar solución a la reforma de una imponente finca, ahora de propiedad municipal.

En el origen de todo aquello está José Sanchiz de Quesada. A principios del siglo XX, fue destinado al regimiento de artillería en Cuatro Vientos.

José Sanchiz de Quesada, marqués del Vasto, conde de Piedrabuena y Villaminaya, y conocido en Alcorcón como marqués de Valderas, por estar casado con Isabel Arróspide y Álvarez, marquesa de Valderas, fuer un personaje de una época y marcó su momento. Hacia 1916 compró unas de secano en las cercanías de Alcorcón y mandó construir unos «castillos», muy al gusto de la época, como si del palacio de la Magdalena de Santander o el de Miramar en San Sebastián se tratara.

Los edificios fueron levantados por el arquitecto Luis Sainz de los Terreros, y el primer palacio se inauguró en 1917. Al lado, se construyeron otros dos más pequeños, uno que fue la capilla de los marqueses, bajo la advocación... cómo no, de San José y otro destinado a la servidumbre de los señores de Valderas.

Un espacio este principal, pues por aquí pasaron relevantes personajes del momento, como el propio rey Alfonso XIII, o el dictador Primo de Rivera.

Sin embargo, la Guerra Civil, como con tantas otras cosas, acabó también con los «castillos sajones» de los marqueses de Valderas. Cercanos a los campos de batalla, eran espacio principal para seguir operaciones. De ahí Además, a partir del 4 de noviembre de 1que en se estableciera un cuartel general de primera línea de las fuerzas de Franco.

Con el fin de la contienda, y en completa ruina, los castillos quedaron abandonados. No fue hasta los años 50 que los castillos de los marqueses pasaron a formar parte del entorno de San José de Valderas, donde ya se fraguaba su crecimiento inmobiliario ante el desarrollismo que llegaría en unos años.

Con el fallecimiento de su creador, José Sanchiz, en 1952, sus descendientes hicieron los que muchos en aquel momento: vender su finca, de unas 270 hectáreas y los edificios, a una constructora, por poco más de cinco millones de las antiguas pesetas. Los terrenos, de la mano de la constructora Sanahuja eran espacio perfecto para levantar nuevos bloques. En 1958, se puso la primera piedra del barrio de San José de Valderas. Entonces ya solo quedaban dos palacios ya que, el tercero quedó destrozado tras un incendio.

Castillos de San José de Valderas
Castillos de San José de ValderasAgencia EFE

El complejo vivió en la decadencia, y ya en los años 60 del pasado siglo XX, tuvo usos tan variados como almacén de materiales de construcción, oficinas y piso piloto de unos bloques que se levantaron a su lado. Hasta fue sede de una congregación, de las Hermanas del Amor de Dios, que se instalaron allí de forma temporal para dar clases en las que enseñaban a los niños de la zona. Con la marcha de las monjas, vivieron su decadencia más absoluta hasta que fueron recuperados por el Consistorio. Hoy son una estampa extraña y curiosa para todos los que pasan por las carreteras circundantes. Esos palacios sajones...