Fin de la huelga
Las cinco claves del acuerdo entre el Gobierno de Ayuso y los médicos de Atención Primaria
La Comunidad de Madrid y el sindicato Amyts suscriben un acuerdo que limita las agendas de los médicos y busca fortalecer el turno de tarde en los centros de salud
El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso dio ayer por cerrado el principal frente que tenía abierto en su camino hasta las elecciones autonómicas de mayo: el conflicto con los médicos de familia y los pediatras de la Atención Primaria. Han sido casi cuatro meses de huelga. Y aunque el seguimiento entre los facultativos ha sido residual en los centros de salud (por debajo del 1% en la mayoría de los turnos desde hace semanas), el choque entre la Consejería de Sanidad y el sindicato Amyts ha monopolizado buena parte de la actualidad política madrileña desde noviembre. Los partidos de la izquierda, ante el escenario poco halagüeño que dibujan para sus intereses las encuestas, han tratado de erosionar al Ejecutivo regional con esta cuestión como principal eje de su labor de oposición, impulsados, fundamentalmente, por las dos movilizaciones multitudinarias que han tenido lugar en este tiempo en el centro de la capital.
El preacuerdo verbal alcanzado el miércoles entre el departamento dirigido por Enrique Ruiz Escudero y el comité de huelga fue concretado ayer sobre el papel. Las dos partes mantuvieron durante horas un encuentro en la sede de la Consejería en el que pusieron negro sobre blanco lo pactado.
Las claves del acuerdo: agendas y retribución
- Se crea un nuevo modelo de agendas para reducir la presión asistencial. Serán nominales y dispondrán de 30 huecos para citas en el caso de los médicos de familia y de 20 para los pediatras. Habrá cuatro huecos adicionales para pacientes urgentes.
- El tiempo de atención podrá ser de esta manera de 10 minutos por paciente presencial para los médicos de familia y de 15 para los pediatras. En el caso de los pacientes telefónicos ese tiempo ha quedado fijado en los 5 minutos. No se podrán superar los 300 minutos de asistencia.
- Si hay demanda asistencial que supera estos límites fijados, se crea un modelo de agenda de absorción para atender esas citas. Será asumida por médicos voluntarios. Trabajarán en turno contrario, con un máximo de seis pacientes por hora, para poder dedicar una atención de 10 minutos a cada uno de ellos. Se fijarán módulos de entre una y cuatro horas. El complemento salarial fijado para estos facultativos será de 50 euros por hora.
- Se crea un complemento de población atendida por categoría deficitaria: consistirá en una retribución salarial lineal y fija para todos los médicos de familia y pediatras de 450 euros al mes.
- En el caso de los facultativos que trabajen durante toda la semana, de una manera fija, en el turno de tarde, sumarán al complemento anterior otro plus de 500 euros al mes. Está pensado este incentivo para solucionar el problema existente con estos puestos de difícil cobertura. Para favorecer la rotación, se fija en el acuerdo otro complemento para aquellos profesionales que realicen, con carácter habitual, al menos tres tardes a la semana: en este caso el plus será de 300 euros al mes, que se sumará al complemento fijo de 450 euros.
Final a la saturación asistencial
Uno de los puntos que había alejado el final del conflicto tenía que ver con la demanda de mejoras salariales por parte de los profesionales sanitarios en huelga. Finalmente, todos los facultativos de Atención Primaria –médicos de familia y pediatras– percibirán un complemento fijo de 450 euros mensuales. A ello, los médicos que solo trabajen por las tardes en los centros de salud añadirán un plus adicional de otros 500 euros al mes. Este complemento será de 300 euros para aquellos que trabajen tres o cuatro tardes por semana.
La saturación de las agendas de estos profesionales era otro de los problemas a resolver. El acuerdo alumbra un nuevo sistema de limitación de agendas. Se garantiza que el médico de familia podrá dedicar un tiempo de 10 minutos a cada paciente. Los pediatras, por su parte, podrán emplear 15 minutos por niño. El tiempo máximo de esas agendas se extenderá hasta los 300 minutos. De manera que los médicos de familia atenderán a un máximo de 30 pacientes por día, a los que se podrán añadir otros cuatro de urgencias. En el caso de los pediatras, la agenda completa incluirá un total de 20 pacientes y cuatro de urgencias. Se establece en el acuerdo que «en ningún caso se forzarán las agendas nominales de los facultativos». A partir de ese límite, la demanda adicional de pacientes será atendida por médicos voluntarios en turno contrario, que podrán extender esa labor durante cuatro horas como máximo. Por cada una de esas horas percibirán un complemento salarial de 50 euros. Este modelo de agendas se pondrá en marcha en 22 centros en una primera fase y, a partir de septiembre, se extenderá el modelo a todos los de la región.
La activación de estos pluses salariales supone la desaparición del actual complemento de productividad fija por Tarjeta Sanitaria Atendida (TSA). Éste supone una media de 323 euros para médicos y 279 euros en el caso de los pediatras. El complemento por TSA estaba ligado a atender más del 85% de la población asignado, que no cobraban todos los facultativos (44 centros no lo cobraban directamente) y su pago era desigual, según denunciaban desde el comité de huelga.
Otro de los puntos del documento firmado por ambas partes contempla la «desburocratización de la actividad de los facultativos» como un «objetivo prioritario». En lo que concierne a la conciliación, se apuesta por la facilitación de los turnos mixtos a aquellos profesionales que así lo soliciten.
Se incluye, asimismo, la creación de una comisión de seguimiento que se reunirá cada dos meses y que estará integrada por miembros de la Gerencia de Atención Primaria y el comité de huelga. Desde Amyts mostraron su satisfacción con el punto de encuentro alcanzado con el Gobierno de Ayuso. «Sin vencedores ni vencidos», señaló la secretaría general del sindicato, Ángela Hernández: «Esto no es la panacea, pero puede ser el golpe de timón necesario para que la Atención Primaria no siga encaminándose hacia el abismo», añadió.
Ayuso: "Sigamos hablando"
La presidenta Ayuso celebró el final del conflicto: «Hemos alcanzado un acuerdo para que se desconvoque la huelga en la Atención Primaria y es un gran motivo de satisfacción. La sanidad pública madrileña, los profesionales sanitarios y los madrileños estamos de enhorabuena. Este es un paso más en la mejora de la Atención Primaria. La sanidad es la joya de la corona de la Comunidad de Madrid y vamos a seguir mejorándola, sin necesidad de huelgas. Sigamos hablando».
Un acuerdo que, a juicio de la presidenta regional, «da tranquilidad a los pacientes, a los madrileños y asegura la normalidad a un sistema sanitario que aún tiene mucho camino por delante para mejorar. Pero también el compromiso del Gobierno de la Comunidad de Madrid de recorrerlo sin escatimar en recursos. Seguiremos trabajando día a día para mejorar la sanidad pública y afianzarla como una de las mejores del mundo».
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