Madrileñ@s

Farid Bechara: Un chico «de barrio» que va de la música a la gran pantalla 

El joven ha pasado, sin perder su esencia, de cantar a formar parte de «Mi soledad tiene alas», la película en la que Mario Casas se estrena como director

Farid Bechara actor y cantante.
Farid Bechara actor y cantante. Jesús G. FeriaLa Razón

Tiene 26 años y las cosas muy claras. Farid Bechara ha hecho de quien es su sello y de su identidad su fortaleza. ¿Su secreto? La fe. En él mismo, para empezar. Pero también en Dios. Un pequeño crucifijo cuelga de su cuello, aunque no parece que los dogmas vayan mucho con él. «Creo que si no tienes fe no tienes nada. Es lo que te impulsa a vivir, a perseguir lo que eres y lo que quieres hacer», dice a LA RAZÓN. «Primero, la fe en uno mismo», continúa, «después, la fe en Dios, lo llames como lo llames».

Bechara nació en Argentina, pero llegó a Madrid siendo un niño. La calle, asegura, ha sido la gran responsable de forjar su identidad. «Soy un chico de barrio, siempre lo he sido». Fue precisamente en la calle donde, a los 12 años, encontró su pasión por la música. «Comencé con el free style y este tipo de música, poco a poco, y luego llegó otro tipo de música urbana, el trap...». Y, precisamente, fue esto lo que le ha llevado a estar donde está ahora. Porque, aunque «siempre he tenido facilidad para la actuación, nunca lo había hecho». Ha sido llegar y «besar el santo», ya que en su primer proyecto como actor ya es uno de los personajes principales de «Mi soledad tiene alas», en la que Mario Casas se estrena como director y Bechara se comparte pantalla con Óscar Casas y Candela González.

En el film, que se estrenaba en cines a finales de agosto, Bechara interpreta a Reno, un joven con el que, curiosamente, tiene mucho en común. «Al principio de los casting no sabía a quién iba a interpretar... Ni siquiera sabía quién era el director», afirma. Sin embargo, por las improvisaciones que le pedían podía hacerse una idea del tipo de rol que le iba a tocar. «Luego ya ante las cámaras me di cuenta de que Reno era en realidad un Farid de 15 años pero llevado al extremo». Y es que, según asegura, Reno vive la vida «tan intensamente que parece que no le importa morir mañana», y él es capaz de verse en esa forma de ser. «Es como ese yo adolescente pero multiplicado por mil», insiste, «aunque hay muchas cosas que hace Reno que a mí ni se me ocurrirían».

En lo que sí es capaz de empatizar profundamente con su personaje es en esa relación tan cercana que establece con sus mejores amigos, Dani y Vio. «Creo que es un mensaje muy bonito, sobre todo para la gente joven que vea la película, e incluso para todos aquellos que alguna vez se han sentido solos porque no encuentran en su familia el amor o la cercanía que necesitan y tienen que buscarla fuera de casa». «Encontrar amigos así es importantísimo», asegura.

Esta experiencia en el cine, que ha llegado para «darle un acelerón» a esa carrera musical en la que tantos años lleva trabajando, está convencido de que no va a ser la última. «Si algo tengo es la convicción, desde siempre, de que cuando quiero algo voy a ir a por ello y a conseguirlo, y ser un cantante reconocido mundialmente es mi objetivo», afirma. «Con el cine se ha abierto una puerta importante, y tal vez no sea la forma que esperaba, pero el reconocimiento puede llegar por esa vía también, así que la acojo como el impulso que es».

«Me gustaría decirle a todos los jóvenes que sueñan con algo que vayan a por ello, porque la fe en uno mismo puedes o no nacer con ella, pero desde luego lo que es fundamental es el trabajo», dice. «Las cosas no llegan porque sí, y la gente siempre te va a decir que no puedes, pero si te lo propones y luchas por ello, por supuesto que sí se puede, aunque los caminos no sean los que tú te imaginabas en un principio». De hecho, este cruce de caminos es algo en lo que Bechara es experto. «Hace unos años no sabía ni entonar, por lo que no me atrevía a lanzarme a canciones más melódicas, temas más del tipo reggaeton», señala. Ahora, sin embargo, y después de haberse cruzado con su equipo técnico y haber trabajado mucho en su voz, están a punto de sacar –antes de final de año– una decena de canciones. Dos de las cuales, advierte, «van a ser un auténtico pelotazo». «Hemos trabajado para que sea música muy de radio, y hemos creado canciones con las que, sobre todo, mucha gente se va a sentir identificada».