Entrevista
«La izquierda se va quedando sin banderas: una de ellas, la de la calidad del aire»
El Área que preside vuelve a cumplir, por segundo año consecutivo, y por segunda vez en su historia, con la normativa europea de contaminación. «No tomaremos más restricciones», asegura
Nos citamos con Borja Carabante en la madrileña Plaza Elíptica. Sí, el punto negro de la contaminación en Madrid... pero algo menos. La bajada de NO2 ha permitido al Ayuntamiento de la capital cumplir, por segundo año consecutivo –y por segunda vez en su historia– con las directivas europeas de la calidad del aire.
Aquí se ha fraguado el último «aprobado»...
Así es. Plaza Elíptica no solo era el punto más contaminante de Madrid, sino de Europa. Era la estación que nos impedía cumplir con la Directiva europea. Y eso ha sido gracias a la política de Madrid 360, que no solo se basa en una Zona de Bajas Emisiones (ZBE); también en otras medidas en este entorno. Por ejemplo, esta fue la primera ZBE donde el Ayuntamiento decidió que todos los autobuses fueran de energías limpias. Podemos decir hoy que Plaza Elíptica, que es el punto más contaminante, está en la media de Madrid y, por tanto, cumpliendo esa directiva europea que establece unos límites a partir de los cuales podemos garantizar la salud.
No es la única ZBE que se va a implantar. En menos de un año, los residentes en Madrid sin etiqueta tampoco podrán circular por la M30. ¿Qué campañas van a emprender desde el Ayuntamiento en este 2024 para avisar a los conductores?
Son básicas dos cuestiones. La primera, informar adecuadamente, porque todavía hay bastante desconocimiento no solo con las ZBE en Madrid, sino en el resto de España. La ley obliga a las ciudades de más de 50.000 habitantes a tener estas zonas. Cada una ha ido haciendo una cosa distinta, y eso hace que la gente desconozca, primero, qué hay que hacer. Vamos a hacer un esfuerzo para informar y este año sacaremos nuevas ayudas: aquellos madrileños que todavía no hayan renovado su vehículo podrán hacerlo. Los números están dando la razón al Ayuntamiento y tampoco están causando un perjuicio excesivo: Madrid es la ciudad, prácticamente de Europa, con menos vehículos contaminantes. Suponen el 2,7 %, cuando los «cero» son el 5,6 %, más del doble.
¿Tienen ya datos de los avisos dados a los vehículos sin etiqueta que han entrado a la M-30?
No, apenas llevamos 10 días y necesitamos varias semanas para cruzar las bases. Lo que tenemos es la estimación. Hasta ahora, se estaba multando en torno a 1.900-2.000 vehículos y estimamos que, con esta nueva restricción, llegaremos a los 2.700. De esos, una vez que acabe el periodo de aviso, la experiencia nos dice que se reducirán en torno a un 50%. Por tanto, cuando finalice ese periodo de aviso, estaremos en 1.600-1.700 diarios, que es una cifra importante, pero no tan abultada como dicen los grupos de la oposición.
El alcalde descarta que, en lo que queda de legislatura, se vaya a activar otra nueva zona de restricciones...
Está descartado porque no hemos detectado un problema como el de Plaza Elíptica, un punto negro de la contaminación. Cabe recordar que, de las 24 estaciones, todas están mejor que antes de Madrid360. Las dos que más han bajado han sido Escuelas Aguirre, en Retiro, y Plaza Elíptica. Por tanto, no tenemos que tomar mayores restricciones porque, además, la calidad del aire tiene efecto acumulativo: cada año va acumulando mejoras, de tal manera que se produce una inercia. Tenemos que prever que puede haber picos a lo largo del año. Pero desde luego, esos escenarios que veíamos en el año 2016 o 2017, de activaciones del Protocolo por contaminación... llevamos ya tres años sin activar el Protocolo.
Rita Maestre reivindicaba parte del éxito de los datos por la política de Madrid Central de Manuel Carmena...
Es muy gracioso, lleva cuatro años diciendo que Almeida había desmantelado Madrid Central, y que su única política era más coches y más humo. Ahora, cuando se demuestra que esta política del PP es eficaz, se lo quiere apropiar. Pues mire, que cada uno se apropie de lo que ha hecho. Esto es gracias a todos los madrileños, familias y empresas que han asimilado una política de sostenibilidad absolutamente esencial para la ciudad. Desafortunadamente, no hemos contado con la ayuda de la izquierda. Pero me alegra que se alegre por estos buenos datos.
Lo que sí abandera la izquierda es la «guerra de las talas», como la ha definido el alcalde. Ahora, la lucha está en el Paisaje de la Luz. El Ministerio de Cultura ha tomado cartas. Entiendo que, al ser unas obras con todos los permisos pertinentes, el proyecto va a salir adelante...
Por supuesto, tiene declaración de impacto ambiental, ha sido sometido a información pública y seguido la tramitación de protección del Patrimonio al que se refiere el ministro de Cultura, y ha ido la Comisión Local de Patrimonio, donde no solo está el Ayuntamiento y la Comunidad; también está el Colegio de Arquitectos. Y se ha valorado positivamente como un proyecto que permite garantizar los elementos de protección del paisaje. Por tanto, tiene toda la garantía normativa de protección. Sorprende que el ministro se interese por unos árboles y no se interese por otros que están apenas a 20 metros, que son los de la estación de Atocha: 247 va a talar el Gobierno de la nación. Muchísimos más de los que se van a talar con la línea 11. Todavía no ha pedido ni una sola explicación.
Al ser zona Patrimonio de la Unesco, ¿no hay que rendir cuentas a ese organismo?
No es necesario. Así se establece en todos los informes de la Comisión Local de Patrimonio, de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad y del Ayuntamiento. Cuando se anunció el aparcamiento del Niño Jesús, se puso ese proyecto también en tela de juicio porque decían que fomentaba la movilidad particular y que había que hacer políticas de transporte público. Ahora, cuando la Comunidad de Madrid inicia la ampliación de la línea 11, se dice que está afectando al valor patrimonial. Aquí lo único que hay es un interés político por poner en entredicho cualquier iniciativa que lleve a cabo un gobierno del PP. Ojalá, el Ministerio de Fomento del señor Óscar Puente, invirtiera en la ciudad de Madrid, en Cercanías, lo que está invirtiendo la Comunidad de Madrid en el Metro.
¿Cree que a la izquierda le interesa más salvar los votos que los árboles de Madrid?
No creo que le dé ni un solo voto. Es tan manifiesta su contradicción y manipulación, que no creo que atraigan a ningún elector. El problema es que la izquierda se queda sin banderas. Hace unos años, era la de la política social, la de la igualdad... y eso ha sido desbordado por las políticas del PP. Su bandera también era la sostenibilidad, el aire, la contaminación... y lo mismo. Ahora se enganchan a los árboles como una bandera política. La prueba de que eso no tiene ningún sentido es que va a ser un beneficio para todos los madrileños: se van a plantar 14.000 árboles en compensación, llevamos 50.000 árboles plantados en apenas seis meses, se plantaron 210.000 en el último mandato y da la casualidad de que, mientras ha sido alcalde Almeida, la ONU ha declarado a Madrid como Ciudad Arbórea. Y eso no ha sido con Manuela Carmena ni con Rita Mestre. En esta legislatura vamos a duplicar la apuesta: plantaremos medio millón en parques y jardines, pero también en el desarrollo de los nuevos ámbitos.
Mencionaba el Cercanías. ¿Es ese servicio ahora mismo un peligro para los usuarios?
Lo único que puedo decir es lo que dicen los maquinistas: que no pueden garantizar las condiciones de seguridad de los viajeros. Y esto lo sabe el Ministerio, la izquierda y Pedro Sánchez. Esperemos que no pase nada, pero si pasa algo, será responsabilidad del que, sabiendo que se podía evitar invirtiendo más, no lo hizo.
El soterramiento de la A5. Los vecinos exigen que llegue hasta la Avenida de los Poblados...
Hemos alcanzado con el Ministerio el compromiso para el soterramiento, a su paso por el tramo de la Operación Campamento, de la A5 y así dar continuidad al proyecto que va a licitar ya el Ayuntamiento de Madrid en ese primer tramo, que llegará hasta la avenida de los Poblados. Comenzará a lo largo de este año. En las próximas semanas, lo llevaremos a la Junta de Gobierno. Ya ha salido el proyecto público de las expropiaciones, poniéndonos en contacto con los propietarios. Estará adjudicado en verano y empezarán las obras en el último trimestre. Es un proyecto de enorme envergadura, 400 millones. Una cifra muy importante para el Ayuntamiento.
Sobre la Operación Campamento, se acaban de reunir con el Gobierno. ¿Llega ya el «desbloqueo del desbloqueo»?
En la reunión que mantuvimos el viernes con el secretario de Estado, manifestamos nuestra plena disposición para desbloquear esta operación y que a lo largo de este mandato sea una realidad. Hemos acordado un calendario para que en los próximos seis meses se presente, por parte del Ministerio, la iniciativa para poder desarrollarlo. En este caso, el Ayuntamiento lo tendrá que tramitar en el menor plazo posible para que, a lo largo de 2025, el Ministerio pueda licitar ya las obras de urbanización de tal manera que se pueda comenzar la organización y el desarrollo en relación con el soterramiento de la A5. Es muy importante para Madrid en dos sentidos. Primero porque una parte de esa Operación irá a financiar la segunda fase del soterramiento de la A 5. Y segundo, porque Madrid está creciendo hacia el norte y por el este, y necesita también crecer en ese ámbito del sur, a través de la A5, donde hay unas 20.000 viviendas que van a generar una mayor oferta. Eso nos va a permitir mitigar el incremento del precio de la vivienda.
Sobre esa cofinanciación del Gobierno en el soterramiento, ¿hay algo que negociar?
No hay que negociar nada, está estipulado en un convenio firmado entre el Ayuntamiento y el Ministerio. Cofinanciar el soterramiento es una obligación dentro del planeamiento aprobado y, por tanto, se tiene que hacer sí o sí. No podemos esperar más, y los vecinos tampoco. Estamos haciendo el primer tramo donde ellos tienen que cofinanciar un 50 %. Si no lo hacen, lo financiamos nosotros, pero entonces tendrán que cofinanciar el segundo tramo. Hay que recordar que esa primera fase llega hasta algo antes de la Avenida de los Poblados, y después tenemos que dar continuidad a este soterramiento hasta la M40.
En el programa electoral prometían una estrategia para Casa de Campo. ¿Qué tienen pensado hacer?
Casa de campo se declaró Bien de Interés Cultural en el 2000. Esa declaración obliga a que la Administración ordene también sus usos. Y eso es lo que vamos a tramitar: un instrumento que permita ordenar todos los usos, porque ahora mismo hay actividad por parte de varias administraciones: el Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid, el canal de Isabel II... Está el zoo, el parque de atracciones, el teleférico... Necesitamos un Plan General que permita ordenar los usos y establecer también un programa de mantenimiento y conservación que permita ponerlo en valor. En los próximos meses, estableceremos una mesa de trabajo con todas las administraciones para ver qué necesidades tienen y cómo podemos ordenar todos los usos. Tenemos un listado de las instalaciones y cada administración nos hará saber sus necesidades, determinando así qué usos son absolutamente incompatibles con la necesidad de proteger el parque desde el punto de vista ambiental.
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