El laberinto fiscal de Más Madrid: seis nuevos impuestos y 3.000 millones más para las arcas públicas

La candidata de Más Madrid al Gobierno regional, Mónica García, ha incluido en su programa electoral una revolución en materia fiscal. Contempla la reestructuración de algunos de los impuestos ya existentes, fundamentalmente a través de la eliminación de bonificaciones, y la creación de hasta seis nuevas tasas. «El gran problema de nuestro modelo fiscal es su carácter profundamente insuficiente, injusto y regresivo», aseguran desde el partido fundado hace cuatro años por Manuela Carmena.

Entre los impuestos de nueva creación, la formación de Mónica García destaca la implantación de cuatro orientados a «desincentivar conductas perjudiciales». Serían, en concreto, un impuesto verde al uso del plástico enfocado a la protección del medioambiente, un impuesto al juego «para atender políticas de atención a la ludopatía», una tasa turística con la que «financiar los costes que el sector turístico genera en múltiples municipios» y, finalmente, un gravamen a las bebidas carbonatadas «para promover una alimentación saludable».

De entre estos nuevos impuestos, es la Ecotasa turística la más polémica, ya que cuenta con el rechazo del sector hotelero en la región. Se trataría, según señala el programa, de una «tasa de pernoctación cuyo coste será proporcional a la categoría y al tamaño del establecimiento, siendo menor cuanto más larga sea la estancia». La previsión que maneja Más Madrid respecto a este impuesto pasa por un ingreso en las arcas públicas de 75 millones de euros anuales. Los otros tres impuestos «verdes» generarían unos ingresos de 230 millones de euros.

Otra de las propuestas del programa de García es la creación de un impuesto propio a las grandes superficies comerciales «por razón del impacto que producen sobre el territorio, medioambiente y comercio urbano similar al que existe en Asturias, Aragón y Cataluña». Lo recaudado –no se detallaba, en un primer momento, el montante que ingresaría la administración regional con esta tasa, aunque Más Madrid rectificó el documento y calculó 30 millones de impacto– iría destinado a sufragar «un complemento autonómico de cien euros para personas de ingresos medios y bajos en forma de cheque para gastar exclusivamente en establecimientos de pequeño comercio» de la comunidad.

Se plantea asimismo activar un impuesto orientado a gravar «la vivienda vacía y la especulación inmobiliaria». Se busca así, explican, «desincentivar fiscalmente la posesión de inmuebles vacíos y conseguir que la inversión inmobiliaria tenga como destino el aumento de la oferta de inmuebles y viviendas para su utilización en las necesidades habitacionales de las familias y hogares madrileños». El dinero recaudado con ello ascendería a los 50 millones de euros.

El programa de Más Madrid contempla también una revisión de todas las deducciones fiscales existentes así como las tasas y precios públicos –especialmente, detallan, las universitarias y aquellas aplicadas a la emisión de documentos de acceso o prestaciones sociales por sectores vulnerables– y la mejora en la fiscalización de la gestión pública. Se compromete Mónica García a crear un nuevo organismo público: la Agencia de Lucha contra el Fraude y la Corrupción. No detalla el programa la previsión de ingresos para cada uno de estos puntos. Sí explican que, gracias a la mejora en la fiscalización de la gestión pública para incrementar la eficiencia en el sector público madrileño», se podrían llegar a obtener 150 millones de euros adicionales.

En lo que tiene que ver con la reestructuración de los impuestos ya existentes, Más Madrid propone tres grandes cambios. Respecto al Impuesto sobre el Patrimonio, se plantea «solicitar la contribución de todas las familias, y en especial de aquellas que tienen grandes fortunas, para conseguirlo proponemos eliminar la bonificación del 100% de las cuotas que están obligados a pagar unos 19.000 grandes patrimonios, menos del 1% de la población madrileña». Señalan que este cambio va en la línea de lo establecido por el Gobierno de Pedro Sánchez con motivo de la implantación del denominado impuesto de solidaridad. Esta eliminación de bonificaciones se traduciría en unos ingresos de 992 millones para las arcas madrileñas.

Algo similar proponen respecto al Impuesto de Sucesiones y Donaciones: una «reducción progresiva de las actuales bonificaciones (del 99% de la cuota), en línea con los niveles del resto de comunidades autónomas. Solo afectará a las herencias superiores al millón de euros, que son aproximadamente 1.100 contribuyentes al año (menos del 0,5% del total)». La recaudación aquí se elevaría también hasta los 900 millones de euros. Finalmente, se propone en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales una «elevación del tipo impositivo en las transmisiones entre Sociedades Inmobiliarias de cuantías superiores a 250.000 euros». Generaría un impacto de 33 millones de euros.

Más Madrid resumió todos estos impuestos en una tabla –de la que quedó fuera, en un principio, la tasa a los grandes centros comerciales– y los ingresos que cada uno generaría: los situó en los 2.910 millones. Sin embargo, la suma real del impacto de cada una de estas tasas no era ese. Existía un desfase de 200 millones, ya que la suma real era de 2.730 millones. A esta diferencia se añadía que, en el mismo apartado del programa, Más Madrid aporta una tercera cifra de previsión de ingresos, diferente también a las dos anteriores: unos ingresos anuales adicionales de 2.130 millones. En la tarde de ayer, Más Madrid rectificó estos errores de su programa e incluyó dos partidas con un impacto de ingresos de 180 millones de euros.