Gastronomía
El mejor arrocero de España está en la capital
Eduardo Guerrero, chef de Adaly, ha logrado el título de Arrocero del Futuro 2024 en TastArròs
El arroz es un tema peliagudo. Tomar un buen arroz en bares y restaurantes es realmente complicado. Cada maestrillo tiene su librillo a la hora de elaborarlo, y conquistar a los comensales con una receta que tiene un punto tan peculiar es difícil. Que si se remueve o se deja quieto, que si son 20 o 15 minutos, que si el auténtico arroz es el de carne y no el de marisco, que si para probar un excelente arroz hay que ir a la Comunidad Valenciana... Una larga lista de inconvenientes para darnos por vencidos y asumir que probar ese arroz tocado por la varita mágica de la excelencia es un mirlo blanco.
Lo primero es lo primero, Valencia es la cuna de este cereal y en la terreta lo hacen de lujo; el sentimiento arrocero se mama desde la cuna, forma parte del ADN de cada valenciano. Ya sea un ciudadano de a pie o un chef profesional el arroz lo hacen de escándalo. Sin embargo, siempre hay excepciones y ahora podemos gritar a los cuatro vientos que en Madrid está el mejor arrocero de España. Eduardo Guerrero, chef de Adaly, ha logrado el título de Arrocero del Futuro 2024 en TastArròs, la gran fiesta del arroz promovida por la D.O. Arròs de València. El joven cocinero conquistó el concurso más popular de esta cita gastronómica con su arroz de codorniz de maíz reposada y colmenillas rellenas de sus menudillos. «Ganar este concurso para mí es una alegría tremenda, me hace mucha ilusión. Con esta receta lo que he intentado es hacer el arroz de pollo que hacemos siempre en casa, pero dándole una vuelta. En vez de pollo, utilizamos una codorniz de maíz y la aprovechamos entera; utilizamos las pechugas, las patas, que las hacemos a la brasa y a baja temperatura, y los interiores, con los que rellenamos las colmenillas. El resultado es este arroz seco de codornices de maíz y colmenillas rellenas de sus menudillos. Venía con ganas y sabía que el arroz estaba bueno, pero ganar es una sorpresa», explicó emocionado Eduardo, que también recibió un premio en metálico de 2.000 euros.
Ante un gran gentío y en plena plaza del ayuntamiento de Valencia, Guerrero se alzó victorioso. Y es que la VII edición de TastArròs volvió a llenar una vez más el centro de la ciudad de amantes del arroz y, cómo no, de almas que esperaban con ansia ver quién conseguía el ansiado título. La dinámica del concurso es sencilla: Arrocero del Futuro reconoce al chef menor de 40 años que cocine en directo la mejor receta de arroz elaborada con alguna de las tres variedades amparadas por la D.O.: senia, bomba o albufera. Y Guerrero lo bordó; se impuso a otros siete aspirantes y conquistó a los jueces. El jurado, presidido por Cuchita Lluch —miembro de la Real Academia de la Gastronomía—, estuvo compuesto por algunos de los mejores profesionales del periodismo gastronómico, que rápidamente supieron ver el brillo especial de la receta de Guerrero. Algo que es un fiel reflejo de la propuesta que ofrece en su casa, Adaly. Eduardo Guerrero en su restaurante, ubicado en pleno barrio de Salamanca, lleva a cabo una cocina de producto y corazón; la oferta gastronómica va íntimamente ligada a los recuerdos y a las sensaciones vitales, donde la tradición y la vanguardia se mezclan, acompañados de producto de máxima calidad y un innegable toque asiático. Formado en los fogones de ‘El Bohío’, Eduardo Guerrero saca el alma y la esencia a cada plato. Sin duda, TastArròs ha sido el mejor escaparate posible para este jovencísimo chef —apenas supera el cuarto de siglo—, ya que es una fiesta con una gran repercusión y, además, se ha consolidado en el calendario foodie español como una cita ineludible.
Con un ambicioso programa pensado para todos los públicos, TastArròs una vez más ha cautivado y sorprendido a partes iguales a las 40.000 personas que se acercaron este pasado fin de semana a la plaza del ayuntamiento de la ciudad del Turia. La chef Begoña Rodrigo ha sido la embajadora de esta edición, que ha contado con récord de participantes: 52 establecimientos han ofrecido platos de arroces clásicos y más rompedores por un precio de cinco euros; concretamente han brindado 18.000 raciones. Una fiebre arrocera que cada año va en aumento. Y es que TastArròs es una de las iniciativas más mediáticas para visibilizar el trabajo de la D.O. Arròs de València, que en los últimos tiempos está volcada en promocionar en todo el territorio nacional la riqueza cultural, gastronómica y medioambiental del arroz de Valencia. Una iniciativa que cuenta con el apoyo europeo del programa EU Rice, que desarrollan de manera conjunta la Asociación Empresarial Agrícola de Salónica S.A. y el Consejo Regulador de la DOP Arroz de Valencia, cuya finalidad es informar al consumidor y garantizar que los arroces que se producen en Europa cumplen con las normas sanitarias y medioambientales comunitarias.
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