La nueva cara de Pradolongo, el pulmón de Usera

El Parque de Pradolongo, considerado el pulmón del distrito de Usera y uno de los espacios verdes más icónicos de la capital por su morfología, usos y extensión, ha sido objeto de una completa renovación gracias a la iniciativa del Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid que dirige Borja Carabante. Las obras de mejora y modernización, que comenzaron en septiembre del año pasado, han concluido después de diez meses y una inversión de 1,1 millones de euros. La actuación integral ha contemplado diversas mejoras, incluyendo la optimización de accesos y caminos para mayor transitabilidad, así como la incorporación de novedosos equipamientos deportivos y áreas de juegos infantiles, en una extensión total de 60 hectáreas.

Uno de los aspectos en los que se ha trabajado ha sido la optimización del alumbrado del parque. Se ha buscado no solo mejorar la eficiencia energética, sino también proporcionar una iluminación más cómoda y segura para los visitantes, garantizando una visión adecuada durante la noche y, al mismo tiempo, promoviendo la sostenibilidad.

El proceso de renovación se ha centrado en dos áreas específicas: «Mirador de Pradolongo» y «Pradolongo Lago», abarcando 26.657 m2 y 15.992 m2, respectivamente. Además, las zonas cercanas a la calle Cristo de la Victoria también han sido objeto de mejoras significativas.

La infraestructura para el entretenimiento de los más pequeños ha sido ampliada con la creación de dos áreas de juegos diferenciadas según la edad. La primera, con una superficie de 320 metros cuadrados, ofrece juegos aptos para una amplia gama de edades y está diseñada con elementos accesibles para todos. La segunda área, de 229 metros cuadrados, cuenta con juegos de aventura distribuidos en terrazas.

Por otro lado, el parque también ha contemplado la implementación de áreas deportivas para diferentes actividades. Se han configurado dos espacios deportivos, uno destinado al entrenamiento callejero («workout») con 250 m2, enfocado en ejercicios de resistencia, y otro dedicado a la práctica del parkour, con 247 m2. Además, se ha habilitado un área especial de ejercicios de bajo impacto para personas mayores, con 190 metros cuadrados, cerca del hospital Doce de Octubre.

En un esfuerzo por aumentar las zonas de sombra en el parque, se ha realizado una selección cuidadosa de especies arbóreas y arbustivas, dándole prioridad a las especies autóctonas adaptadas al clima de Madrid. Se ha optado por plantar árboles de porte pequeño y mediano en las áreas de praderas naturales para evitar la competencia con los árboles existentes. Estas nuevas especies también han sido elegidas para mejorar la biodiversidad del parque. En las zonas cercanas al lago, donde se realizaron nuevas instalaciones de drenaje, se ha procedido a la reposición de praderas naturales o la plantación de césped según la necesidad.

La pavimentación del parque ha sido cuidadosamente adaptada según el uso de cada área. Se han utilizado diferentes tipos de pavimento, como pavimento terrizo para paseos, zonas de estancia y áreas para personas mayores, adoquín permeable y pavimentos de arena de río y baldosa acanalada para escaleras y rampas. Para mejorar la accesibilidad y seguridad en las zonas infantiles, se ha instalado un nuevo pavimento de caucho de colores, resistente tanto a bajas como altas temperaturas. Además, se ha adaptado el sistema de riego para satisfacer las necesidades específicas de las distintas especies vegetales, lo que permitirá un uso más eficiente y ahorrativo del agua. Para prevenir la erosión de los caminos, se han implementado cunetas vegetadas que evitan que el agua de las praderas naturales se vierta en el lago. También se ha incorporado nuevo mobiliario urbano, incluyendo 52 bancos modelo MU-16 y más de 300 metros de pasamanos.