Escena final

El Brujo más mitológico: «Los dioses, que han traído el virus, deben de estar locos»

«El Brujo» trae al Teatro Bellas Artes el monólogo «Los dioses y Dios», una reflexión libre sobre la mitología a partir de «Anfitrión», de Plauto

Rafael Álvarez, "El brujo", durante el pase gráfico de "Los dioses y el dios"
Rafael Álvarez, "El brujo", durante el pase gráfico de "Los dioses y el dios"Miguel OsesAgencia EFE

Rafael Álvarez «El Brujo» (Lucena, 1950), es en sí mismo casi un género teatral, una especie de rapsoda o juglar a la antigua que, solo en el escenario, es capaz de abordar a los clásicos grecorromanos intercalándolos con textos propios y multitud de digresiones, chistes, reflexiones y chascarrillos sobre la actualidad, al modo que lo hacía Plauto, que conectan rápidamente con el público, algo único en el teatro español. «Los dioses y Dios» es un espectáculo que estrenó en el pasado festival de Mérida y trae ahora al Teatro Bellas Artes de Madrid, un recorrido cómico por la mitología o mitologías a las que se aferra el ser humano cuando se asoma al abismo de lo desconocido.

Dónde Teatro Bellas Artes. Cuándo M-V: 20 horas. S-D: 19 h. Cuánto de 15 a 23 euros

A partir de «Anfitrión» de Plauto, «El Brujo» reflexiona sobre el misterio de la vida y hace un análisis sobre los mitos basado en el estudio del antropólogo Joseph Campbell que escribió «El héroe de las mil caras», psicoanálisis del mito. «Él sostiene que todas las culturas encumbren una misma idea básica y dominante, un mismo contenido expresado de forma diferente, que es la búsqueda esencial del ser humano, de su identidad real, de lo que eres o crees ser o lo que la sociedad te obliga a ser. Con sus cuentos, simbologías, alegorías y mitos, todas las culturas encierran el mismo misterio, del que también habla la tragedia griega, qué sentido tiene este mundo, cuál es el propósito de la vida y cómo podemos enfrentarla, con las adversidades y placeres que conlleva, de manera digna, heroica o elevada», explica el actor.

Para «El Brujo», el ser humano necesita agarrarse a los mitos y a los dioses como asidero «porque es una forma de dar respuesta a las preguntas que no la tienen. Hay grandes preguntas que la ciencia desconoce y la mitología le da respuestas a través de la ficción, por eso existe el arte, la metáfora, el cuento, el teatro o el relato, que son formas de conocimiento y de expresión del alma. Cuando un niño pregunta y no sabemos responder, le contamos un cuento. Como dice Vargas Llosa: “Es la verdad de las mentiras”», afirma el actor. Por otro lado, «El Brujo» destaca que «la cultura mediterránea grecorromana establece relaciones entre los dioses y los humanos, ambos comparten los mismos anhelos, celos, caprichos y deseos, lo que pone de manifiesto que esos dioses no son más que invenciones de los hombres, su parte divina. Como dice Campbell: “Las figuras totémicas están hechas a nuestra imagen y semejanza”, es decir, nosotros mismos somos los dioses», asegura.

«Plauto toma la comedia “Anfitrión” de una tragedia griega que probablemente se perdió, que es Heracles, el mito del nacimiento de Hércules –explica-. Él cogía los textos griegos y los mezclaba con fragmentos de chistes, de cómicos ambulantes y construía una comedia y esa es la forma en la que trabajo yo, partiendo de una obra, entremezclo textos propios, hago improvisaciones y bromas ajenas al argumento sobre la actualidad más actual, es un juego cómico basado en las técnicas de teatro tradicionales de siempre, desde los juglares medievales a la comedia del arte y los “clowns”, que es la forma del teatro de toda la vida, de Molière y Shakespeare». Y todo esto en clave de humor, «la herramienta perfecta para encarar los problemas. La gente va al teatro a reír a pasarlo bien y la actualidad para eso es ideal, la pandemia, por ejemplo, es un filón, con ella los dioses, que han traído el virus, deben de estar locos»,(risas). ¿Y quién sería héroe hoy en día? «El jubilado que tiene que ir al cajero del banco y entrar en la web o en la aplicación para cobrar. Eso es un héroe», concluye.

El Whatsapp en el cole, esos corrillos 2.0
«Buenos días, ¿hay reunión el viernes? / Sí, quedamos en el pabellón tres / ¿Quién? / Mi hija se ha levantado con mocos / ¿Quién ha quedado en el pabellón? / A ver si va a ser coronavirus, no vengáis/...». A los padres con niños en edad escolar, seguro que les suena esto. Los grupos de Whatsapp en los colegios, esos corrillos 2.0 entre madres, padres y demás familia, pueden ser muy informativos, pero también pueden convertirse en campos minados que carga el diablo, origen de enfrentamientos y violencia escrita, bombardeo de memes, una manera de compartir fotos de tartas caseras o de generar conversaciones dadaístas sobre disfraces de oveja. La compañía Caramala –Virginia Muñoz, Carmen Baquero y Noemí Ruiz–, trae al Teatro del Barrio una historia tan disparatada y delirante como cotidiana: «La plaga», que cuenta la historia del AMPA de un colegio a raíz de un brote de piojos y la persecución que se produce cuando una de las madres abandona el grupo de Whatsapp. ¿Y los niños? Alucinan con el comportamiento de sus padres y su actitud castrante y elitista. «“La plaga” es una representación a pequeña escala de la educación que estamos inculcando a las nuevas generaciones y del mundo desquiciante que estamos construyendo», aseguran. La dirige Chiqui Carabante, que también interviene en el texto junto con Sergio Rubio.