Malikian y Zapata, una pareja divina

De niño apartado por sus hermanos a divo divino. Eso es lo que le sucede a Ludovico, el menor de cuatro virtuosos de la cuerda cuya madre muere en el parto precisamente al nacer él (siete kilos pesó, nada menos). El espectáculo se titula «Los divinos» y tiene como principales reclamos (que no únicos) al violinista armenio Ara Malikian y al tenor José Manuel Zapata, a quienes acompañan tres artistas más. A principios de año colgó el cartel de «no hay billetes» en los Teatros del Canal de Madrid, aunque ahora necesitan un empujoncito «porque las cosas están un poco achuchadas. Y en ese momento llegamos nosotros para hacer reír con una historia desternillante apta para todos los públicos. Si compra una entrada se va a llevar una ración de humor y alegría que no va a olvidar. Además, puede venir la familia al completo a disfrutar», asegura el tenor, que realiza una parodia de los divos sobre las tablas. La historia de estos hermanos tiene un hilo conductor, la música, y por el escenario desfilan Verdi, Mascagni, Dvorak y Saint-Saens. Vuelve a lucir barba y bigote el cantante, cuya voz se echa de menos en los circuitos operísticos, sobre todo en Madrid: «Enseguida me váis a oír», deja escapar a modo de aperitivo. «Los divinos» estarán en Madrid desde hoy y hasta el 6 de enero. El tenor pasará la Nochebuena lejos de Madrid para cenar con la familia y regresará el día de Navidad: «Son unas fechas preciosas para pasarlas en el teatro, ¿no te parece?», pregunta a modo de invitación. ¿Es usted un divo, señor Zapata? Nada más lejos de la realidad: «Cada vez quedan menos. Son personajes inseguros que tienen que demostrar su valía cada día. Ser un Juan Diego Flórez, hija, es una faena». Divino.