Sociedad

Hablemos de futuro

Voluntarios para la preservación del medio ambiente

En un país líder en el mundo en Reservas de la Biosfera, la preservación de la naturaleza tiene una importancia vital. Cuidar de ella es labor de todos

Preservación del medio ambiente
Preservación del medio ambientelarazonPreservación del medio ambiente

Este pasado verano, la Reserva de la Biosfera del Alto Turia (Comunidad Valenciana), la Siberia de Extremadura (Badajoz) y el Valle del Cabriel (Teruel, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana), fueron designadas Reservas de la Biosfera de la UNESCO por el Consejo Internacional de Coordinación del proyecto Hombre y Biosfera. Con la suma de estas tres, España se ha convertido en el país con más Reservas de la Biosfera del mundo.

Con un total de 49, en 15 de las 17 comunidades autónomas y tres de ellas transfronterizas, España supera a Estados Unidos (47), Rusia (41) y China (33). Según el Programa MaB, estas reservas constituyen «sitios de apoyo a la ciencia al servicio de la sostenibilidad». Son zonas especialmente designadas para evaluar enfoques interdisciplinarios para comprender y gestionar los cambios e interacciones de los sistemas sociales y ecológicos, incluido la prevención de conflictos y la gestión de la biodiversidad.

Para seguir aumentando nuestro patrimonio medioambiental es muy importante que en España estemos concienciados de la importancia de cuidar la naturaleza. Los seres humanos formamos parte del entorno natural y nuestro deber es velar por su cuidado, siendo ciudadanos cívicos que no la destruyan. Aunque es cierto que no podemos frenar ciertos desastres como los fenómenos naturales o los accidentes, lo que sí que podemos es ayudar a reparar los daños.

Galicia, 2017

En octubre de 2017, una fuerte oleada de fuegos arrasó Galicia. El día 15, pasadas las 5 de la tarde, las autoridades cortaron la A-52 a consecuencia del fuego que estaba atacando Ponteareas, al sur de Galicia. En las calles saltaron las alarmas, la tragedia se veía venir y el cielo estaba cada vez más oscuro, cubierto por una nube de humo que crecía y que se hacía ver desde demasiada distancia.

Los incendios habían comenzado la noche anterior en varios puntos de Galicia, que estaba en peligro máximo de incendios durante ese fin de semana. Pero nadie se esperaba todo lo que iba a llegar. El fuego no paraba de expandirse y hubo que empezar a desalojar casas, polideportivos y residencias de estudiantes. En la A-52, los conductores entraron en pánico, no podían avanzar, siempre bajo la amenaza del fuego con invadir la carretera. El viento y las temperaturas de 30 grados avecinaban el infierno que se venía. Fallecieron cuatro personas.

Este fuego se llevó por delante 49.171 hectáreas, el 53% de ellas masa arbolada y el resto de monte raso. Ourense fue la provincia más afectada, con, 22.600 hectáreas calcinadas, seguida de las 20.000 de Pontevedra, las 5.700 de Lugo y algo más de 700 en A Coruña. el 23% de lo quemado pertenecía a Rede Natura, un total de 11.400 hectáreas. De ellas, 6.700 se corresponden a espacios protegidos de la provincia ourensana, prácticamente todas calcinadas en el Parque Natural de O Xurés, y 4.500 de la lucense.

Fueron horas espeluznantes para toda la península. Voluntarios, bomberos y cuerpo de seguridad trabajaron para apagar unas llamas que estaban calcinando Galicia.

Banco Santander y su compromiso con el medioambiente

Como parte de su compromiso con el medioambiente y la lucha contra el cambio climático, la entidad está comprometida con la recuperación de espacios naturales que han sufrido daños derivados de incendios y otras catástrofes naturales. Un compromiso que incluye a sus empleados, ya que estas labores de recuperación son realizadas por trabajadores que participan en su programa de voluntariado corporativo.

Una de estas últimas acciones ha tenido lugar en Galicia, donde 180 empleados han colaborado para regenerar la Zona 0 del Monte Galleiro, una de las zonas más afectadas por los incendios que se produjeron en 2017. Ya son 180 voluntarios pertenecientes a la Territorial de Galicia de Banco Santander los que se han unido a los comuneros de la Comunidad de Montes de Padrons en la Zona 0 de los incendios de 2017 para, de forma conjunta, reconvertir un área del monte quemada, en la que se arrancarán rebrotes de eucaliptos, y crear una zona recreativa que estará poblada de especies frondosas autóctonas como castaños, robles y alcornoques que configurarán un cortafuego natural.

Hace un año, el banco aportó 800.000 euros para financiar el proyecto de regeneración ambiental de las zonas más afectadas por el incendio de Padrón. Dicho compromiso ha hecho posible que se estén plantando 105.000 abedules para hacer una franja verde y convertir la Zona 0 en un pastizal para vaca cachena y otro pastizal para cabra autóctona muy próximo a las casas que se salvaron de los incendios.

La experiencia de Gela

Gela, empleada de Banco Santander, nos destaca este programa como una forma más de ver todo el compromiso que tiene Banco Santander con el medioambiente. Ella fue voluntaria para regenerar la Zona 0 del Monte Galleiro, y nos cuenta un poco su experiencia.

“Este proyecto nos ha dado la oportunidad de hacer algo que de forma individual no podríamos haber hecho… La gente de la Comunidad de Montes vino ese día para ayudarnos y estuvieron muy involucrados. Hicieron grupos para poder explicarnos bien las cosas: qué estábamos plantando, qué árboles había que restaurar, por qué se hacía de esa manera… Gracias al Banco y a la gente de allí, hemos tenido la oportunidad de ver la importancia de hacer este tipo de cosas, y ver lo beneficioso que es. Hemos tenido la oportunidad de valorar la importancia de lo que estábamos haciendo, además de disfrutar haciéndolo.”

Además, Gela no duda en resaltar que la implicación del banco es total. “El Banco quiere que participemos todos los empleados activamente para que tomemos conciencia de los problemas que tenemos actualmente. Además, su involucración va mucho más lejos que esto”. Santander es uno de los líderes mundiales en financiación de proyectos sostenibles, tras haber movilizado cerca de 50.000 millones de euros en los últimos tres años. Además, para luchar contra el cambio climático, el banco tiene la responsabilidad de reducir las emisiones y su huella medioambiental, para lo que se ha fijado el objetivo de que el 100% de la energía que utiliza provenga de fuentes renovables en 2025 en los países donde sea posible certificar la fuente de la electricidad.

Acciones voluntarias como las que Gela y sus compañeros de Banco Santander desarrollaron en este proyecto pueden ser mucho más beneficiosas de lo que nos imaginamos.

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