Sociedad

Medio ambiente

Con la contaminación en los huesos

Científicos asocian la polución con un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis

Barcelona pone en marcha la Zona de Bajas Emisiones
Vista de la calle Marina de la ciudad de Barcelona donde este jueves 2 de enero, primer día laborable del año, se ha puesto en marcha la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que restringirá la circulación de los vehículos más contaminantes en buena parte de la capital catalana y algunos municipios vecinos. EFE/Enric FontcubertaEnric FontcubertaEFE

La contaminación ambiental causa 800.000 muertes prematuras cada año en Europa, según «European Heart Journal», el doble de lo que hasta ahora había estimado la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA). Además, acorta la esperanza de vida de los europeos en 2,2 años. A nivel mundial la cifra de muertes por la polución del aire se eleva a 8,8 millones. La mayoría de esas muertes prematuras se producen por enfermedades cardiovasculares. Pero la contaminación del aire, además de producir cáncer de pulmón, ictus, enfermedades respiratorias o incluso caída de cabello también empeora la salud ósea. Así, según una investigación liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona, y publicada ayer en «Jama Network Open», las personas que respiran aire contaminado tienen más riesgo de desarrollar osteoporosis, enfermedad en la que se produce una disminución de la densidad de masa ósea.

El estudio, realizado por el Proyecto CHAI y coordinado por el centro impulsado por “la Caixa”, analizó esta relación en más de 3.700 personas de 28 aldeas cercadas a Hyderabad, en el sur de la India. Los investigadores estimaron cuáles eran las consecuencias de respirar niveles elevados de partículas finas (PM 2,5), así como estar expuesto al carbono negro. Los participantes también informaron del tipo de combustible que usaron para cocinar. Para analizar la pérdida de densidad ósea, los investigadores hicieron un tipo determinado de radiografías (absorciometría de rayos X de energía doble) y analizaron la masa ósea en la columna y en la cadera.

Los resultados del estudio que arrancó en 2015 demostraron que la exposición a la contaminación atmosférica, en especial a las partículas finas, se asocia con un nivel bajo de masa ósea. Además, los investigadores no detectaron vínculo alguno con la actividad de cocinar con combustible de biomasa.

Este estudio demuestra que «la inhalación de partículas contaminantes puede conducir a un aumento de la pérdida mineral ósea a través del estrés oxidativo y la inflamación que produce la contaminación. Este estrés oxidativo es menor que una gripe pero el problema es que es continuo y es hueso aunque parezca algo muerto está bastante vivo, de modo que el estrés y la inflamación causados por respirar aire contaminado hacen que la masa ósea pierda densidad», explica a este periódico Otavio T. Ranzani, investigador de ISGlobal y primer autor del estudio. que se hizo en India ya que «el objetivo de nuestro grupo es investigar la contaminación en países en desarrollo».

El nivel promedio de contaminación al que estuvieron expuestos los participantes ascendió a 32,8 µg/m3, muy por encima de los valores máximos recomendados por la OMS (10 µg/m3). «La población de mayor edad es más sensible a la contaminación atmosférica, así como en el caso de las mujeres tras la menopausia, ya que a la pérdida de masa ósea por esta etapa se suma la disminución por la exposición a la contaminación», añade Ranzani.