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Medio Ambiente
Pulpo sostenible
El pulpo se ha convertido en un producto de consumo al alza. Una especie de cuya sobreexplotación han venido advirtiendo los científicos durante los últimos años y que se resiste a su cría en cautividad. Galicia y Asturias son los principales suministradores en el mercado nacional de este cefalópodo, aunque cada vez cobran más peso las importaciones de pulpo congelado procedente de países como Marruecos y Mauritania. Su supervivencia pasa, como en otras muchas especies, por una pesca sostenible. Y eso es lo que ha conseguido Asturias, que acaba de obtener la recertificación de Marine Stewarship Council (MSC) cinco años después de su certificación inicial. Se trata, además, de la tercera pesquería española que logra este hito, tras la de la anchoa del Cantábrico y el bacalao de Agarba.
¿Por qué son importantes estas prácticas? Entre otras cosas, porque controlan el impacto de la pesca en el ecosistema marino y garantizan la salud de las poblaciones de peces. Una cuestión vital para este codiciado molusco que, aparte de reconocido manjar, es uno de los animales marinos con mayor inteligencia, con una sorprendente capacidad sensorial y cuyo origen podría remontarse a unos 500 millones de años. Y que, además, se reproduce solo una vez en una vida estimada de dos años.
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