Reservas de Rioja con las raíces en la tierra

Barón de Ley ha sacado al mercado la nueva añada 2017 de su clásico Reserva. Un tinto de tempranillo que, por primera vez, incorpora otras variedades autóctonas como la maturana y la graciano, uvas que aportan toques maestros y que imprimen a este vino nuevos y sutiles matices.

Por unos diez euros se puede disfrutar de un reserva con un mínimo de 20 meses de crianza en barrica y envejecido después en botella. Un Rioja de espíritu clásico, con nariz intensa, balsámica y afrutada que presenta una buena acidez, estructura y equilibrio en boca, y que se presenta también como un tinto sabroso, fácil de beber y de finales largos. Sin fuegos de artificio.

«Con este Reserva 2017 hemos querido transmitir el terroir más que nunca. La tipicidad de la zona, de sus suelos y de esta añada tan singular no solo en Rioja, sino en toda Europa», explica el enólogo de Barón de Ley, Pablo Tascón.

Una añada que, a decir de sus responsables, ha imprimido a este vino un carácter mediterráneo, concentración y equilibrio al resultado final de este viejo conocido de nuestra gastronomía.