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Medio Ambiente
El vino, una dieta mediterránea y la salud
Diferentes estudios sugieren que el consumo bajo o moderado de vino, como parte de una dieta mediterránea, es compatible con un estilo de vida saludable. Así lo indica la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (Fivin), que advierte de que, en ningún caso, se debe alentar su consumo por razones de salud si no se bebe. Entre estos estudios figura un meta-análisis publicado en 2017, que asociaba el consumo excesivo con un mayor riesgo de demencia pero un consumo bajo o moderado con un menor riesgo de todas las causas de demencia. Otros estudios observacionales han revelado que un consumo habitual de vino podría asociarse con un menor riesgo de Alzheimer, o que el riesgo de demencia era menor en personas con un consumo mensual y semanal de vino. De hecho, el consumo bajo-moderado de vino tinto se asocia con un menor empeoramiento de la función cognitiva en general, y de la memoria y la flexibilidad cognitiva, en particular.
En cuanto a la dieta mediterránea, son múltiples los resultados que muestran que seguir este patrón alimentario se relaciona con una protección frente a los trastornos neurodegenerativos. Se pueden consultar estudios científicos sobre el vino su relación con la salud en lacienciadelvino.com
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