Sección patrocinada por
Medio Ambiente
Fernando Prieto, director del Observatorio de Sostenibilidad: «Madrid y Barcelona registran niveles elevadísimos de contaminación»
Dice Fernando Prieto que una ciudad sostenible es aquella que ha sabido «integrar el verde en todas sus fibras». Que no solo ha reducido las emisiones de CO2 para disminuir el cambio climático y de NO2 para mejorar la calidad del aire, sino que impulsa las renovables, protege los recursos naturales, peatonaliza y apuesta por la economía circular. ¿Cumplen o no estas condiciones las grandes metrópolis españolas? El doctor en Ecología y director del Observatorio de la Sostenibilidad responde tras la publicación «Calidad del aire en las ciudades 2021».
La primera pregunta es obligada: ¿Qué es y qué hace el Observatorio de la ostenibilidad?
Es un organismo independiente. Se creó en el año 2005, viendo que era necesario informar al público sobre la emergencia climática, así como apoyar a políticos y empresarios con la mejor información disponible para tomar las mejores decisiones basadas en la ciencia, cosa que no sucedía entonces y... bueno, ahora tampoco.
¿Se sienten ignorados?
Sí, aunque últimamente ha habido un aumento del interés por la sostenibilidad y la conservación.
¿Un momento feliz para el Observatorio?
Cuando vemos que nuestros informes se llevan a la práctica. Quizá el momento más feliz fue cuando lanzamos el estudio «1 millón de tejados tejados solares en España» para 2025 y, después, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima adoptó esta misión. Eso sí, llega tarde, y aún estamos por detrás de nuestros vecinos europeos [en Alemania ya hay 1,5 millones de tejados soalres, en Reino Unido 800.000 y en Italia unos 600.000].
¿Han sufrido algún tipo de presión externa al publicar y divulgar sus informes?
No, aunque sí hemos recibido llamadas de algún ayuntamiento y hemos sentido cierta tensión al publicar informes como los de las empresas más contaminantes de España. Es curioso: cuando aparecen en el ranking nos ignoran, pero cuando mejoran sí que se hacen eco del informe en redes sociales [ríe].
Sobre las ciudades, ¿cuáles tienen peor calidad del aire?
Madrid y Barcelona continúan con niveles elevadísimos de contaminación (NO2) no compatibles con una buena salud según el baremo de la OMS. Las que más han mejorado en 2021 han sido Valencia (-15%), Málaga (-6%) y Sevilla (-1%), mientras Zaragoza y Madrid la han empeorado (+7%). Estas ciudades (todas, en realidad) tienen que tomárselo muy, muy en serio. Si bien Madrid ha anunciado la peatonalización de dos de sus calles, no es suficiente y hay que emprender este tipo de medidas de forma más intensiva.
¿Qué radiografía hacen de España, en general?
Que la pandemia de la Covid-19 no ha frenado las emisiones de CO2. Al contrario: ha habido un efecto rebote tras el bajón de 2020 y los niveles han subido entre un 4% y un 5% como mínimo. Sin embargo, sí que se han registrado niveles de calidad del aire similares a los del año 2020. En parte, porque todavía no se ha producido un incremento activo de la movilidad. Por otro lado, los niveles de explotación de los recursos hídricos continúan en aumento, pese a que la cantidad de agua no ha aumentado ni mucho menos. De hecho, si continúan incrementándose el ritmo con el que crecen los regadíos se producirá un colapso. Así mismo, lo del Mar Menor ha sido una catástrofe anunciada, la Ley de Costas no se ha transformado, hay bolsas de suelo edificable en manos de ayuntamientos que pueden provocar otro bum de la construcción en la costa... Las eléctricas, por su parte, sí están siguiendo una tendencia hacia la disminución de las emisiones. Sin embargo, las petroleras españolas emiten lo mismo que hace 15 años. Este es el panorama.
Hablemos de sequía. ¿Qué cabe esperar?
Este febrero, en principio, no hay previsiones de que llueva. Y en marzo y abril es poco probable que lo haga todo lo que debería para alcanzar un año normal. Este va a ser el primer verano de España con problemas muy serios de agua y el segundo de Andalucía. Estamos entrando en un periodo de sequía que, a no ser que llueva mucho en los próximos meses, podría durar dos años como mínimo, pero también podría durar cuatro o cinco años, como en el siglo pasado.
¿Qué está pasando?
El problema es que España es especialmente adicta al agua. Utiliza más al año que Francia, Portugal, Grecia, Alemania o Italia. Por eso, tenemos que reducir el consumo, y un 80% va para regadío. Hay que ver cómo lo vamos a hacer, pero deberíamos pasar de 4 millones de hectáreas de regadío a unas 3 en poco tiempo. Suena fatal, es un tema complicado, pero no nos va a quedar más remedio que reducirlo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar