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Medio Ambiente
¿Sueñan los robots con sustituir al hombre?
Las empresas más punteras llevan 20 años trabajando en todo tipo de humanoides como Atlas, un robot que actúa ante catástrofes
A mediados de siglo, entre 2030 y 2070, puede que el mundo esté lleno de robots, pero también podría ser que no notásemos su presencia porque la mayoría de ellos no tendrán forma humana. Serán robots modulares que podrán adaptar su forma según las tareas que realicen.
Hoy en día, el ser humano convive con robots integrados en sistemas ciberfísicos o CPS (Cyber-Physical System); la robótica colaborativa juega un papel muy importante en el desarrollo de las tecnologías de la industria 4.0. Pero, sin duda, los que más desconfianza generan son los robots humanoides, diseñados tanto para realizar tareas que el hombre no puede hacer, como para abordar las que, hasta la fecha, son realizadas por personas. En estos momentos, son los robots más caros del mundo pero, no cabe duda, que dentro de cincuenta o cien años, podrían caminar por la calle como en la película «Yo, robot», protagonizada por el actor Will Smith (2004) y basada en la obra del científico Isaac Asimov, «Yo, robot» (1950), donde los robots estaban dotados de cierta forma de conciencia.
Un titular del New York Time fue el que dio la voz de alarma en el año 2009: «A los científicos les preocupa que las máquinas puedan sobrepasar en inteligencia al hombre». Fue el resultado de la conferencia de Asilomar, en California, donde los mayores expertos en IA se habían reunido. Se debatía entonces si, al final, la máquina sustituiría al hombre o sobre qué papel tendría éste si las máquinas tomaran el poder. ¿Se imaginan que un robot fuera tan inteligente como una esposa?, se preguntaban.
Tranquilidad. A pesar de los enormes incrementos de potencia informática, estos robots tienen la inteligencia de una cucaracha. La idea es que, solo con la mente, el hombre pueda llegar a controlar la materia y no al revés.
Hasta la fecha, son varios los modelos humanoides que se han presentado desde la última década del siglo pasado. Las empresas mundiales más punteras llevan más de veinte años trabajando en humanoides. La empresa Cyberstein Robots Ltd es líder mundial en el diseño y fabricación de robots interactivos de entretenimiento en vivo desde 1996, y sus creaciones han deslumbrado al público en más de 50 países en todo el mundo. Actualmente, cuentan con tres modelos: Titán the robot, K-na y Brutus.
Otro de los humanoides a destacar es ATLAS, creado por la compañía estadounidense de ingeniería y robótica Boston Dynamics. Atlas fue creado para actuar en situaciones de emergencia o catástrofe ayudando a policías y bomberos, para caminar por todo tipo de terrenos buscando materiales peligrosos o explosivos. En definitiva, está pensado para correr riesgos en situaciones donde el ser humano podría morir (gases tóxicos, radiaciones, explosiones, etc.). Estamos hablando de un robot que cuesta alrededor de dos millones dólares.
Llama poderosamente la atención ASIMO (Advanced step in innovative mobility: paso avanzado en movilidad innovadora), creado por Honda. Un robot de 130cm y 54 kilos capaz de imitar movimientos similares a los de un ser humano. Su coste supera los dos millones y medio de dólares y ha sido realmente curioso: puede caminar, correr a una velocidad de trote (unos 9km/h), subir por escaleras y hablar con bastante soltura. Posee un amplio vocabulario y habla varios idiomas. Puede ir de una estancia a otra, sujetar tazas, portar bandejas, obedecer algunas órdenes sencillas y es capaz de reconocer rostros faciales.
ASIMO es el resultado de casi 30 años de trabajo de ingenieros de Honda aunque reconocen que «aún hay mucho que mejorar». Prudencia ante todo. En 1965, el pionero de la IA, Herber Simon, declaró: «Dentro de veinte años habrá máquinas capaces de hacer cualquiera de los trabajos que hace una persona». Sin embargo, la realidad fue muy distinta; las máquinas de jugar al ajedrez no podían ganarle a un experto humano, solo podían jugar al ajedrez, nada más. Esta es la razón por la que aún no tenemos robots que hagan de asistentas del hogar, de mayordomos y secretarios. Los matemáticos de hoy tienen la ardua tarea de introducir en los ordenadores lo que hace el cerebro humano: reconocer patrones y usar el sentido común, algo que probablemente sea imposible y, de llegar a ser viable, se lo pensarían dos veces.
Lo último en humanoides lo presentó el verano pasado el empresario Elon Musk: Tesla Bot, la nueva generación de humanoides aún en construcción y que el propio Musk ha considerado toda una promesa en su especie.
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