Naturgy apuesta por una cadena de suministro sostenible

Naturgy ha decidido ir un paso más allá en aras de la sostenibilidad y ha incluido criterios de evaluación de la huella de carbono en sus procesos de compra. De esta manera, incorpora la gestión de la lucha contra el cambio climático como parte de la evaluación del desempeño de sus proveedores. Con esta iniciativa, Naturgy quiere conocer la huella de carbono y la eficiencia de sus proveedores para promover la implantación de acciones que les ayuden a reducirla.

La compañía aplica desde este año este nuevo criterio de sostenibilidad en sus procesos de compra, incluyendo en el proceso de licitación una valoración progresiva de la medición de la huella de carbono de sus proveedores.

En la implantación de este requisito, la firma establecerá dos fases. En una primera, de manera voluntaria, los proveedores serán invitados a incluir como parte de su oferta técnica un certificado en el que una entidad acreditada verifique la medición de su huella de carbono. Esta información podrá ser valorada positivamente por Naturgy en la decisión de adjudicación. A partir de 2023 y para compras con un determinado nivel de riesgo en cambio climático, la presentación de este certificado será obligatoria. Adicionalmente, desde enero de este año se exige que determinados proveedores, en función de su riesgo de cambio climático o por el importe del contrato por el que licitan, informen anualmente a la compañía de su grado de desempeño en materia climática a través de la cumplimentación del cuestionario CDP Supply Chain.

Con este nuevo paso en la lucha contra el cambio climático, la compañía energética pretende reducir la huella de carbono de su cadena de suministro y extender sus compromisos sociales y ambientales a toda la cadena de valor. Además, la compañía contribuirá a que el ecosistema de Pymes con el que colabora implante los criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG) en su modelo de gestión.

Naturgy aprobó en 2021 su actual Plan de Sostenibilidad, con el que está impulsando su papel en la transición energética y en la descarbonización, con el ambicioso objetivo de alcanzar la neutralidad de emisiones en 2050 y una potencia instalada de fuentes renovables cercana al 60% en 2025. La compañía progresa en sus compromisos en materia medioambiental, social y de gobernanza con algunos incrementos significativos de sus indicadores. Así, en el primer trimestre de este año, aumentó casi un 3% la capacidad instalada libre de emisiones, gracias al crecimiento de las instalaciones eólicas, principalmente en España y Australia.

Por otro lado, durante 2021 redujo de forma significativa las emisiones directas de Gases de Efecto Invernadero (GEI), un 12,9% menos que en 2020, como consecuencia de la nueva capacidad renovable instalada y el cierre de las plantas de generación de carbón. Además, durante el pasado año, las emisiones directas fueron 13 MtCO2 eq., lo que representa un 37% menos que en 2017, y la huella de carbono total, que incorpora también las emisiones indirectas, fue de 150 MtCO2, un 9% inferior a la de 2017.

El desempeño de la compañía en materia social, medioambiental y de buen gobierno ha sido reconocido por los más importantes índices y rankings del mundo, como el FTSE4GOOD o el índice de rating Sustainalytics.